NO TRASPASARÁS EL UMBRAL DE LA GLORIA, SINO EN CRISTO

• La Biblia dice: Hermanos si alguno fuere sorprendido en alguna falta, vosotros que sois espirituales, restauradle con espíritu de mansedumbre, considerándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado. 
• Sobrellevad los unos las cargas de los otros, y cumplid así la ley de Cristo.
• Porque el que se cree ser algo, no siendo nada, a sí mismo se engaña.
• Así que, cada uno someta a prueba su propia obra, y entonces tendrá motivo de gloriarse sólo respecto de sí mismo, y no en otro;
• porque cada uno llevará su propia carga.
• El que es enseñado en la palabra, haga partícipe de toda cosa buena al que lo instruye.
• No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará. 
• Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; mas el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna. 
• No nos cansemos, pues, de hacer el bien; porque a su tiempo segaremos si no desmayamos.
• Así que, según tengamos oportunidad, hagamos bien a todos, y mayormente a los de la familia de la fe. 
• Oh mi Cristo, lo perniciosamente diabólico que nos aborda a diario, asola la salvación del siervo que anhela ser santificado;
• porque nada de lo mundano obra en el Espíritu. 
• Y es que, nuestras convicciones Cristocéntricas, sucumben con estrépito ante cualquier falacia.
• Sólo persiste en la Sagrada Palabra, oh Eterno, el que busca con denuedo tu rostro;
• todo lo demás, obra en la impostura del que lo haga.
• Oh Altísimo Señor Jesucristo, en guardar tu fidelidad, es donde nuestro atribulado corazón arde en el deseo de ser insigne. 
• Oh Rey de reyes y Señor de señores, únicamente el que crea en tu santo nombre, de su gracia se revestirá.
• Porque nada espurio, traspasará el umbral de la excelsa gloria.
• Y es que, para ser del linaje de Cristo, hemos de profesar la santidad de los genuinos heraldos.
• Seamos consecuentes: el que observa racionalmente, en el Espíritu no ve.
•        Paz de Cristo