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martes, 20 de agosto de 2024

LA SANTIDAD ESTÁ ASIDA AL ESPÍRITU, ALMA Y CUERPO EN, DE, POR Y PARA CRISTO

  • La Biblia enseña: Por tanto, ceñid los lomos de vuestro entendimiento, sed sobrios, y esperad por completo en la gracia que se os traerá cuando Jesucristo sea manifestado;
  • como hijos obedientes, no os conforméis a los deseos que antes teníais estando en vuestra ignorancia;
  • sino, como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir;
  • porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo. 
  • Y si invocáis por Padre a aquel que sin acepción de personas juzga según la obra de cada uno, conducíos en temor todo el tiempo de vuestra peregrinación;
  • sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual recibisteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro o plata,
  • sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un Cordero sin mancha y sin contaminación,
  • ya destinado desde antes de la fundación del mundo, pero manifestado en los postreros tiempos por amor de vosotros, 
  • y mediante el cual creéis en Dios, quien le resucitó de los muertos y le ha dado gloria, para que vuestra fe y esperanza sean en Dios.
  • Habiendo purificado vuestras almas por  la obediencia a la verdad, mediante el Espíritu, para el amor fraternal no fingido, amaos unos a otros entrañablemente, de corazón puro; 
  • siendo renacido, no de simiente corruptible, sino de incorruptible, por la palabra de Dios que vive y permanece para siempre. 
  • Porque: Toda carne es como hierba, y toda la gloria del hombre como flor de la hierva. La hierba se seca, y la flor se cae;
  • más la palabra del Señor permanece para siempre. 
  • Oh mi Cristo, al que pone los ojos en tu gloria, ya le has santificado,
  • porque se ha visto seducido por la celestial gracia;
  • y habéis sido transformados para el mas bendito fin;
  • porque la Biblia, os hace inherentes a la santidad del que vino de lo alto. 
  • Y en toda vicisitud, la santidad ha de ser vuestra percepción;
  • y así, aborreceréis toda inmundicia malsana,
  • atraídos por su sublime compasión, 
  • con la que revistió vuestros cuerpos;
  • porque del Espíritu Santo sois templos.
  • Porque es la Cristocéntrica fidelidad, llevandoos por el camino enjuto,
  • fue la que se erigió como providencial simiente.
  • Y porque la gracia os contempla,
  • nunca os apartaréis de la eterna senda del Omnipotente. 

  • La Biblia dice: Porque no os hemos dado a conocer el poder y la venida de nuestro Señor Jesucristo siguiendo fábulas artificiosas, sino como habiendo visto con nuestros propios ojos su majestad.
  • Pues cuando él recibió de Dios Padre honra y gloria, le fue enviada desde la magnífica gloria una voz que decía: Éste es mi Hijo amado, en el cual tengo complacencia. 
  • Y nosotros oímos esta voz enviada del cielo, cuando estábamos con él en el monte santo. 
  • Tenemos también la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos como una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que el día esclarezca y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones;
  • entendiendo primero esto, que ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada, 
  • porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo. 
  • Oh Santo de Israel, Tú nos has mostrado palpablemente la verdad.
  • Y nos regocijamos en tu gloriosa excelencia, 
  • que es la piadosa dádiva que viene del eterno santuario. 
  • Únicamente la Sagrada Palabra nos colma de bendiciones, 
  • porque del inescrutable misterio celestial nos fue dada,
  • para raer de raíz todo espíritu profano. 
  •         Paz de Cristo 

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