- La Biblia dice: Oíd, cielos, y escucha tú, tierra; porque habla Jehová: Crié hijos, y los engrandecí, y ellos se rebelaron contra mí.
- El buey conoce a su dueño, y el asno el pesebre de su Señor; Israel no entiende, mí pueblo no tiene conocimiento.
- ¡Oh gente pecadora, pueblo cargado de maldad, generación de malignos, hijos depravados! Dejaron a Jehová, provocaron a ira al Santo de Israel, se volvieron atrás.
- ¿Por qué querréis ser castigados aún? ¿Todavía os rebelaréis? Toda cabeza está enferma, y todo corazón doliente.
- Desde la planta del pie hasta la cabeza no hay en él cosa sana, sino herida, hinchazón y podrida llaga; no están curadas, ni vendadas, ni suavizadas con aceite.
- Vuestra tierra está destruida, vuestras ciudades puestas a fuego, vuestra tierra delante de vosotros comida por extranjeros, y asolada como asolamiento de extraños.
- Y queda la hija de Sion como enramada en viña, y como cabaña en melonar, como ciudad asolada.
- Si Jehová de los ejércitos no nos hubiese dejado un resto pequeño, como Sodoma fuéramos, y semejantes a Gomorra.
- Oh mi Cristo, desvirtuaron tu excelsa gloria de principio a fin.
- Todos al unísono se contagiaron de lo nefastamente horrendo.
- Y desarraigados de toda bendición se sumieron en lo más letal.
- Se impregnaron del hedor maloliente.
- La malignidad siempre estuvo presente.
- Ninguno fue santo entre la ingente horda de profanos.
- Y ya no ha lugar la gracia.
- El alma se volvió espuría e ignominiosa.
- Oh Eterno,
- la santificación de la humanidad,
- le viene dada del glorioso cielo,
- que nos bendice con la única y perfecta verdad.
- Paz de Cristo
viernes, 9 de agosto de 2024
LA SÓRDIDA E IGNOMINIOSA ACTITUD DEL SER HUMANO ES PATÉTICA, OH CRISTO
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario