EXECRABLE ES LA AUTODESTRUCCIÓN ESPIRITUAL DEL QUE SÓLO ES OIDOR Y NO HACEDOR DE LA SAGRADA PALABRA, OH CRISTO

• La Biblia enseña: Así que, el que piensa estar firme, mire que no caiga.
• No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar. 
• Por tanto, amados míos, huid de la idolatría. 
• Como a sensatos os hablo; juzgad vosotros lo que digo. 
• La copa de bendición que bendecimos, ¿no es la comunión de la sangre de Cristo? El pan que partimos, ¿no es la comunión del cuerpo de Cristo?
• Siendo uno solo el pan, nosotros, con ser muchos, somos un cuerpo; pues todos participamos de aquel mismo pan.
• Mirad a Israel según la carne; los que comen de los sacrificios, ¿no son partícipes del altar?
• ¿Qué digo, pues? ¿Que el ídolo es algo, o que sea algo que se sacrifica a los ídolos?
• Antes digo que lo que los gentiles sacrifican, a los demonios sacrifican, y no a Dios; y no quiero que vosotros os hagáis partícipes con los demonios. 
• No podéis beber la copa del Señor, y la copa de los demonios; no podéis participar de la mesa del Señor, y de la mesa de los demonios. 
• ¿O provocaremos a celos al Señor? ¿Somos más fuertes que él?
• Oh mi Cristo, sea para siempre alcanzable tu excelsa gloria. 
• Con tu insondable celo, oh Señor, nunca nadie nos podrá amar.
• En la sagrada senda, oh Soberano Jesucristo, Tú eres la sobrenatural sabiduría.
• Porque a todo lo que el gran Dios nos habla, hemos de poner oído. 
• Y es que, en la santa cena, se hace siempre presente el cuerpo y la sangre, oh Sumo Redentor, de tu perfecto y consumado sacrificio. 
• El que come tu carne y bebe tu sangre, oh Santo de Israel, ha de estar contigo espiritualmente en paz.
• De execrable se tildará, aun al que pretendiere idolatrar.
• Es torticeramente meridiano, el que practica la impostura de los mismos paganos.
• Y tu amonestación, oh Rey de reyes, nunca podrá ser vanalizada por la ignominia de los tibios.
• Porque en estos, oh Cristo Jesús, se dan tus sépticos testimonios.
• Y únicamente Tú, oh Altísimo Señor Jesucristo, eres el autor y consumador de la fe.
•            Paz de Cristo