- Jesús, enseña: Yo soy la vida verdadera, y mi Padre es el labrador.
- Todo pámpano que en mí no lleva fruto, lo quitara; y todo aquel que lleva fruto, lo limpiará, para que lleve más fruto.
- Ya vosotros estáis limpios por la palabra que os he hablado.
- Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí.
- Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer.
- El que en mí no permanece, será echado fuera como pámpano, y se secará; y los recogen, y los echan en el fuego, y arden.
- Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho.
- En esto es glorificado mi Padre, en que llevéis mucho fruto, y seáis así mis discípulos.
- Como el Padre me ha amado, así también yo os he amado; permaneced en mi amor.
- Si guardareis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; así como yo he guardado los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor.
- Estas cosas os he hablado, para que mi gozo esté en vosotros, y vuestro gozo sea cumplido.
- Éste es mi mandamiento: Que os améis unos a otros, como yo os he amado.
- Nadie tiene mayor amor que éste, que uno ponga su vida por sus amigos.
- Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando.
- Ya no os llamaré siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor; pero os he llamado amigos, porque todas las cosas que oí de mi Padre, os las he dado a conocer.
- No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros, y os he puesto para que vayáis y llevéis mucho fruto, y vuestro fruto permermanezca; para que lo que pidiereis al Padre en mi nombre, él os lo dé.
- Esto os mando: Que os améis unos a otros.
- Oh mi Cristo, el grandioso privilegio de tus genuinos siervos, es poder profesarte amor.
- Y adorarte eternamente, oh Señor, es de nuestra existencia el único y perfecto propósito.
- El que con celo obedece la Sagrada Palabra, aboga por ser bienaventurado.
- Tú, oh Hijo del Hombre, eres el primero y el último, el principio y el fin.
- Porque caminar conmigo, oh Sumo Redentor, es el mas bendito y sobrenatural poder.
- Entended todos los profanos, que el tiempo se torna exiguo, para arrepentiros y adorar al Santo de Israel.
- Y es que, lo que fervientemente le pidáis a Él, siempre lo recibiréis por el camino estrecho.
- Creer en el Todopoderoso, nunca obedecerá a la impostura de los inmundos.
- La manifestación piadosa, se circunscribe únicamente al Sumo Hacedor.
- Del cumplimiento de la Sagrada Escritura, nos habla enfaticamente el Señor.
- El máximo deber del que te sigue, oh Santo, es ser tu probo e irreprensible hijo.
- Amar en el amor de Cristo, sólo en tu inusitada pureza se verá reflejado.
- Los fariseos son el meridiano ejemplo, de que sus benefactoras palabras, se traducen en vanos cumplidos.
- Taxativo es el Altísimo, al implicar a todo vuestro ser, en su sagrado mandato.
- A los que te amamos, oh Sumo Redentor, nos has revestido de santidad, para en tu Santo nombre creer.
- Los designios del Señor son inescrutables, ante lo cual será probada tu verdadera fe.
- Y desde tu majestuoso trono, oh gran Dios, nos remites sin remisión a que fraternalmente nos amemos.
- Paz de Cristo
domingo, 23 de febrero de 2025
TÚ ERES UN SER CREADO E INTERDEPENDIENTE DEL TODOPODEROSO SEÑOR Y SALVADOR JESUCRISTO
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario