LO IMPORTANTE NO ES MORIR, SINO MORIR EN CRISTO

• Jesús, dijo: Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos los ángeles con él, entonces se sentará en su trono de gloria, 
• y serán reunidas delante de él todas las naciones; y apartará los unos de los otros, como aparta el pastor las ovejas de los cabritos. 
• Y pondrá las ovejas a la derecha, y los cabritos a su izquierda. 
• Entonces el Rey dirá a los de su derecha: Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo.
• Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me recogisteis;
• estuve desnudo, y me cubristeis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a mí. 
• Entonces los justos le responderán diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambrientos, y te sustentamos, o sediento, y te dimos de beber?
• ¿Y cuándo te vimos forastero, y te recogimos, o desnudo, y te cubrimos?
• ¿O cuándo te vimos enfermo, o en la cárcel, y vinimos a ti?
• Y respondiendo el Rey, les dirá: De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis.
• Entonces dirá también a los de la izquierda: Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles. 
• Porque tuve hambre, y no me disteis de comer; tuve sed, y no me disteis de beber;
• fui forastero, y no me recogisteis; estuve desnudo, y no me cubristeis; enfermo y en la cárcel, y no me visitasteis. 
• Entonces también ellos le responderán diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, sediento, forastero, desnudo, enfermo, o en la cárcel, y no te servimos?
• Entonces les responderá diciendo: De cierto os digo que en cuanto no lo hicisteis a uno de estos más pequeños, tampoco a mí lo hicisteis. 
• E irán éstos al castigo eterno, y los justos a la vida eterna. 
• Oh mi Cristo, nada nos es ajeno a tu santa mamoria;
• porque sólo tu potestad obrará en los postreros juicios. 
• Y en ningún caso, habrá acepción de personas en tu sentencia. 
• Porque tu sobrenatural justicia asignará a tus benditos siervos el paraíso, con el eco de un sí tremebundo. 
• Porque como probos discípulos me servisteis,
• haciéndolo con un espiritual fin.
• Y por vuestra inusitada fe,
• al ser heraldos sumisos,
• del gran Dios, que es el primero y el último, el principio y el fin. 
• Y revierte en vosotros, todos los actos piadosos que en el nombre del Sumo Redentor realizasteis.
• Sin embargo, por vuestra ominosa conducta, os espera el lago de fuego, que es donde permanerán eternamente las inicuas almas abominables. 
• Porque ningun malvado fue solícito a entender,
• ya que la santísima verdad pofanasteis.
• Y es que, en la execrable impostura fueron vuestros fariseismos,
• los que invariablemente denotasteis.
• Por todo esto, irremisiblemente iréis al infierno. Y los piadosos hijos del Soberano Señor Jesucristo, morarán con Él en la eterna gloria. 
•           Paz de Cristo