Anduviste por caminos,errático,
pero tu corazón siguió latiendo;
no dándole importancia al mayestático
Redentor, que te iba proveyendo.
Dios creó prodigios,
que obran en tu favor;
sin embargo,tu no dejaste vestigios
de agradecimiento al Señor.
La riqueza del mundo,
se ha concebido en tener,
nada mas lejos de lo cierto;
porque el señor de Señores,
lo fundamenta en ser.
Cristo es el dueño de todo lo creado;
aunque el ser humano entiende,
que el Señor le ha regalado
el Mundo que le rodea, sin saber que nada le pertenece.
Si quisiéramos comprar
lo que nuestra veleidad ordena,
nos invadiría la necesidad de amar;
para salir de la cárcel del diablo, en la que cumplimos condena.
No hay riqueza mas allá del amor y las estrellas,
por eso clama y ensalza
al Señor del Evangelio,que a través de sus Buenas Nuevas,
nos concedió Salvación Eterna.
Amén.
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