Las oquedades del alma,
se muestran inequívocas en el tiempo;
y tu espíritu se ensimisma
en el pecado, sin ningún impedimento.
Echa fuera la mediocridad,
y ve de frente
ante la verdad;
para obedecer a Dios, y en tu vida ser consecuente.
Tu corazón está alerta,
y siempre se dispone;
para hacer a Cristo la ofrenda,
que por impío, el Mundo se opone.
A un pacto has de llegar
con Nuestro Señor,
y siempre te ha de librar
de lo que no ofrece amor.
Guárdate de hacer mal,
y con el pensamiento no pecar;
para tener paz espiritual,
y poder a Dios amar.
Amén.
No hay comentarios:
Publicar un comentario