Oh Cristo, un encuentro en tu refugio,
he de tener.
Tu protección me libró del infierno,
e inexpugnable fue mi ser.
Oh Cristo Jesús, de la soledad,
hemos sido presos.
Elévate para ver la eternidad,
con las sublimes alas de los cielos.
Oh Señor Jesucristo, los caminos,
el maligno los transformó en encrucijadas.
En tus tiempos, oh Señor, tu conversión nos hizo hijos;
y hemos superado en tu Nombre, todas las pruebas asignadas.
Oh Redentor, la Palabra,
es mi dulce alimento.
El que ama,
ha de amar sobre todo al Fundamento.
Oh Salvador, en el trono de la gracia,
me has guardado.
Y dije al mundo: ¡Basta ya!
Para ser bienaventurado.
Oh Señor Omnipotente, turbias son las aguas de lo vil,
que buscan ser purificadas.
La excelencia se deshizo de lo fútil;
cuando, oh Jehová, desde tu transparente corazón hablan las almas.
Paz de Cristo
martes, 30 de octubre de 2018
lunes, 29 de octubre de 2018
EDIFICA TU ALTAR EN CRISTO
Oh Cristo, Tú has sido, eres y serás nuestro altar;
porque das resplandor a cada lugar en el tiempo de eternidad.
No te hizo falta, oh Señor, el clamor de las almas, para poderlas amar;
con tu santísima sangre derramada, redimiste el pecado de toda la humanidad.
El fuego del Santo Espíritu,
descendió de la gloria, y recibimos poder.
Oh Todopoderoso Jesucristo,
guárdanos en tu gozo, que es el altar donde se puede creer.
Fortaleza de vida,
es tu sublime paraíso, oh Cristo Jesús.
Perfecto cauce de agua viva,
por el que se hace visible tu admirable luz.
Oh Rey de reyes, la postración a tus pies,
nos eleva al altar sagrado.
Y tales son las bendiciones,
que en el alma recibimos tu óleo santo.
Los clavos de tu crucifixión, oh Fiel y Verdadero,
nos dieron libertad.
Porque en esos orificios de lo perverso,
descubrimos el glorioso altar de la verdad.
Paz de Cristo
porque das resplandor a cada lugar en el tiempo de eternidad.
No te hizo falta, oh Señor, el clamor de las almas, para poderlas amar;
con tu santísima sangre derramada, redimiste el pecado de toda la humanidad.
El fuego del Santo Espíritu,
descendió de la gloria, y recibimos poder.
Oh Todopoderoso Jesucristo,
guárdanos en tu gozo, que es el altar donde se puede creer.
Fortaleza de vida,
es tu sublime paraíso, oh Cristo Jesús.
Perfecto cauce de agua viva,
por el que se hace visible tu admirable luz.
Oh Rey de reyes, la postración a tus pies,
nos eleva al altar sagrado.
Y tales son las bendiciones,
que en el alma recibimos tu óleo santo.
Los clavos de tu crucifixión, oh Fiel y Verdadero,
nos dieron libertad.
Porque en esos orificios de lo perverso,
descubrimos el glorioso altar de la verdad.
Paz de Cristo
sábado, 27 de octubre de 2018
LA POESÍA QUE TRANSFORMÓ TU VIDA EN CRISTO
La asignatura irresuelta,
es que el mundo acepte a Cristo.
Has de saber que sin su presencia,
no te guardará el cielo bendito.
Tus argumentos mundanos,
desembocan en el abismo.
Busca el rostro de Cristo Jesús , para que esculpa tu nombre en sus excelsas manos;
y verás su sobrenatural paraíso.
Dios te creó; y es tu Señor Omnipotente,
para que le adores.
Su amor es la llama incandescente,
que purifica los corazones.
Nada hay fuera del Alfa y la Omega.
De ti hizo su obra maestra nuestro Altísimo Señor, que es el primero y el postrero;
para que tu alma se enseñoreara,
en su sagrado trono eterno.
Oh Señor Jesucristo, sé que si en ti creo, aunque este muerto viviré.
De los resucitados, Tú, oh Fiel y Verdadero, has sido el primogenito;
porque eres el autor y consumador de la fe.
Tu vida tiene poder,
con la Palabra de eternidad.
Libre solo puedes ser,
si en tu salvación vive la verdad.
Paz de Cristo
es que el mundo acepte a Cristo.
Has de saber que sin su presencia,
no te guardará el cielo bendito.
Tus argumentos mundanos,
desembocan en el abismo.
Busca el rostro de Cristo Jesús , para que esculpa tu nombre en sus excelsas manos;
y verás su sobrenatural paraíso.
Dios te creó; y es tu Señor Omnipotente,
para que le adores.
Su amor es la llama incandescente,
que purifica los corazones.
Nada hay fuera del Alfa y la Omega.
De ti hizo su obra maestra nuestro Altísimo Señor, que es el primero y el postrero;
para que tu alma se enseñoreara,
en su sagrado trono eterno.
Oh Señor Jesucristo, sé que si en ti creo, aunque este muerto viviré.
De los resucitados, Tú, oh Fiel y Verdadero, has sido el primogenito;
porque eres el autor y consumador de la fe.
Tu vida tiene poder,
con la Palabra de eternidad.
Libre solo puedes ser,
si en tu salvación vive la verdad.
Paz de Cristo
viernes, 26 de octubre de 2018
LA BENDICIÓN DEL QUE VENCIERE EN CRISTO
Despertad a la instrucción bíblica.
Oh Cristo, tu Palabra es muy precisa en su predicamento.
No habrá escusas en la parte que se desdibujó, por inadvertida;
todas y cada una requieren de su cumplimiento.
Leer la Sagrada Escritura,
obedece a la máxima solemnidad.
En ella, oh Señor Jesucristo, tu santísimo pensamiento figura,
para esclarecernos el conocimiento de la verdad.
En el Texto Sagrado,
no existe ninguna contradicción.
La omnisciencia del Espíritu Santo,
habla con la sabiduría de lo alto al corazón.
En el libro de la vida,
solo constará escrito el nombre del que venciere.
Busca el rostro del Señor, para que tu alma sea redimida;
y guárdala en el santuario de su paraíso,
donde jamás nadie muriere.
Oh Iglesia santa del Omnipotente Salvador,
ponte las vestiduras de blanca pureza, desde este mismo momento.
Porque cerca está el dia del Señor,
y majestuoso vendrá en la gloriosa nube, que te arrebatará al eterno firmamento.
Paz de Cristo
Oh Cristo, tu Palabra es muy precisa en su predicamento.
No habrá escusas en la parte que se desdibujó, por inadvertida;
todas y cada una requieren de su cumplimiento.
Leer la Sagrada Escritura,
obedece a la máxima solemnidad.
En ella, oh Señor Jesucristo, tu santísimo pensamiento figura,
para esclarecernos el conocimiento de la verdad.
En el Texto Sagrado,
no existe ninguna contradicción.
La omnisciencia del Espíritu Santo,
habla con la sabiduría de lo alto al corazón.
En el libro de la vida,
solo constará escrito el nombre del que venciere.
Busca el rostro del Señor, para que tu alma sea redimida;
y guárdala en el santuario de su paraíso,
donde jamás nadie muriere.
Oh Iglesia santa del Omnipotente Salvador,
ponte las vestiduras de blanca pureza, desde este mismo momento.
Porque cerca está el dia del Señor,
y majestuoso vendrá en la gloriosa nube, que te arrebatará al eterno firmamento.
Paz de Cristo
jueves, 25 de octubre de 2018
TU FE VIVE EN CRISTO
Oh Cristo, tu misión abarca lo insospechado, en nuestro corazón.
Oh Dios amado,
que nuestro perfecto refugio, sea tu sobrenatural unción.
Oh Cristo Jesús, en la intersección,
se hace real el milagro.
Clamad en vuestra adoración,
para que se abra la plenitud de su santuario.
Oh Señor Jesucristo, las almas perdidas,
serán tocadas por el precepto de tu excelsa diestra.
Y porque sabes que son polvo, buscaras a las pecadoras,
para que puedan resucitar en ti, oh Rey de la gloria.
Oh Señor Omnipotente, la verdad nos ha hecho libres;
y tu puerta nadie la puede cerrar.
Llenos en tus adoraciónes,
somos elevados a la magnificente solemnidad de gozar.
Oh Rey de reyes, Tú dices, que seamos hacedores de la Palabra;
y no solo oidores.
Oh hermano, Jesús te ama;
y si le eres recíproco, te guardará en sus eternos favores.
Oh Señor de señores, en la prueba,
tus ovejas oyen tu voz.
El día de tu salvación se acerca.
Y serás salvo, si has permanecido en obediencia a la omnipresente fidelidad de su amor.
Paz de Cristo
Oh Dios amado,
que nuestro perfecto refugio, sea tu sobrenatural unción.
Oh Cristo Jesús, en la intersección,
se hace real el milagro.
Clamad en vuestra adoración,
para que se abra la plenitud de su santuario.
Oh Señor Jesucristo, las almas perdidas,
serán tocadas por el precepto de tu excelsa diestra.
Y porque sabes que son polvo, buscaras a las pecadoras,
para que puedan resucitar en ti, oh Rey de la gloria.
Oh Señor Omnipotente, la verdad nos ha hecho libres;
y tu puerta nadie la puede cerrar.
Llenos en tus adoraciónes,
somos elevados a la magnificente solemnidad de gozar.
Oh Rey de reyes, Tú dices, que seamos hacedores de la Palabra;
y no solo oidores.
Oh hermano, Jesús te ama;
y si le eres recíproco, te guardará en sus eternos favores.
Oh Señor de señores, en la prueba,
tus ovejas oyen tu voz.
El día de tu salvación se acerca.
Y serás salvo, si has permanecido en obediencia a la omnipresente fidelidad de su amor.
Paz de Cristo
miércoles, 24 de octubre de 2018
LA ORACIÓN, FORTALEZA ETERNA EN CRISTO
Oh Señor Jesús, Tú oraste 40 días y 40 noches,
para afirmar el reino sobre la tierra.
Oh Padre eterno, te humanaste;
y nos diste a conocer la Palabra, con certeza.
Oh Cristo, con tu Evangelio,
has hecho resplandecer el alma.
Magnificente privilegio,
que nos ha concedido el que más ama.
Oh Cristo Jesús, enseña a nuestro espíritu,
a no rendirse en la oración.
Porque cuando clama el justo,
al inicuo transforma, para ser de salvación.
Oh Señor Jesucristo, tu fortaleza nos guarda,
de la asechanza del innombrable.
Oh Rey de reyes , Tú nos das la sobrenatural fuerza,
para que preserve al irreprensible.
Oh Fiel y Verdadero, en ti confiamos sin desmayo;
porque tu justicia es por la fe.
De gracia seras salvo;
y solo el alma eterna, oh Señor, en santidad tu gloria ve.
Paz de Cristo
para afirmar el reino sobre la tierra.
Oh Padre eterno, te humanaste;
y nos diste a conocer la Palabra, con certeza.
Oh Cristo, con tu Evangelio,
has hecho resplandecer el alma.
Magnificente privilegio,
que nos ha concedido el que más ama.
Oh Cristo Jesús, enseña a nuestro espíritu,
a no rendirse en la oración.
Porque cuando clama el justo,
al inicuo transforma, para ser de salvación.
Oh Señor Jesucristo, tu fortaleza nos guarda,
de la asechanza del innombrable.
Oh Rey de reyes , Tú nos das la sobrenatural fuerza,
para que preserve al irreprensible.
Oh Fiel y Verdadero, en ti confiamos sin desmayo;
porque tu justicia es por la fe.
De gracia seras salvo;
y solo el alma eterna, oh Señor, en santidad tu gloria ve.
Paz de Cristo
lunes, 22 de octubre de 2018
EL YUGO, PERFECCIÓN EN CRISTO
Oh Cristo, el yugo ofrece resistencia,
hasta ser llenos de tu unción.
Sagrada es la esencia,
que vierte en el corazón.
Los que estamos cargados, oh Cristo Jesús,
clamamos a ti con abrasadora sed.
No hay obscuridad que resista tu admirable luz;
porque del cielo es el poder.
Oh Rey de la gloria, tu óleo santo
nos consagró.
Derramado fue por el firmamento,
y del fuego de tu presencia nos provisionó.
Oh Señor Omnipotente, tus pensamientos eternos,
transformaron nuestras vidas.
Tu Palabra bajó de los cielos,
y con la salvación, nuestras almas fuero bendecidas.
Oh Cordero inmolado, los cobardes,
no han recibido la gracia de tu sangre preciosa.
Solo a los valientes,
les tienes reservada tu gloria.
Oh Rey de reyes, la llenura del Santo Espiritu,
ha de ser nuestro fin.
Tú eres, oh mi Señor Jesucristo ,
el agua viva que desciende del firmamento; y como el desbordado fulgor de un venero brota en mí la santidad, que en un de
repente del Señor, me hace volver en sí.
Paz de Cristo
hasta ser llenos de tu unción.
Sagrada es la esencia,
que vierte en el corazón.
Los que estamos cargados, oh Cristo Jesús,
clamamos a ti con abrasadora sed.
No hay obscuridad que resista tu admirable luz;
porque del cielo es el poder.
Oh Rey de la gloria, tu óleo santo
nos consagró.
Derramado fue por el firmamento,
y del fuego de tu presencia nos provisionó.
Oh Señor Omnipotente, tus pensamientos eternos,
transformaron nuestras vidas.
Tu Palabra bajó de los cielos,
y con la salvación, nuestras almas fuero bendecidas.
Oh Cordero inmolado, los cobardes,
no han recibido la gracia de tu sangre preciosa.
Solo a los valientes,
les tienes reservada tu gloria.
Oh Rey de reyes, la llenura del Santo Espiritu,
ha de ser nuestro fin.
Tú eres, oh mi Señor Jesucristo ,
el agua viva que desciende del firmamento; y como el desbordado fulgor de un venero brota en mí la santidad, que en un de
repente del Señor, me hace volver en sí.
Paz de Cristo
LA PALABRA, MENSAJE DEL ESPÍRITU EN CRISTO
Oh Cristo, el espíritu a la verdad está dispuesto,
pero la carne es débil.
Templo eres del Espíritu Santo;
y su impacto,
se ha transformado en sobrenatural vida fértil.
Oh Cordero inmolado, desde la cruz miras al pecador,
y designaste sobre él la redención.
Ese momento me hizo bienaventurado,
y ensanchaste con tu gracia mi corazón.
Oh Cristo Jesús, el poder del Espíritu,
es la dádiva perfecta del santuario eterno.
En tu predicación, oh mi Cristo,
solo se derramó unción del cielo.
Oh Rey de reyes, el ilimitado resplandor de la gloria, permanece en tu Palabra.
Y habremos de perseverar en la victoria,
hasta la final trompeta, que retumbará estrepitosa.
Oh Señor de señores, tu milagro es incesante,
y los hiciste visibles desde el misterio sagrado.
El exhorto del Evangelio, es fuego de poder solemne,
que desposeyó de la impiedad al pecador, para purificarle del ultrajante pecado.
Paz de Cristo
pero la carne es débil.
Templo eres del Espíritu Santo;
y su impacto,
se ha transformado en sobrenatural vida fértil.
Oh Cordero inmolado, desde la cruz miras al pecador,
y designaste sobre él la redención.
Ese momento me hizo bienaventurado,
y ensanchaste con tu gracia mi corazón.
Oh Cristo Jesús, el poder del Espíritu,
es la dádiva perfecta del santuario eterno.
En tu predicación, oh mi Cristo,
solo se derramó unción del cielo.
Oh Rey de reyes, el ilimitado resplandor de la gloria, permanece en tu Palabra.
Y habremos de perseverar en la victoria,
hasta la final trompeta, que retumbará estrepitosa.
Oh Señor de señores, tu milagro es incesante,
y los hiciste visibles desde el misterio sagrado.
El exhorto del Evangelio, es fuego de poder solemne,
que desposeyó de la impiedad al pecador, para purificarle del ultrajante pecado.
Paz de Cristo
domingo, 21 de octubre de 2018
EL ARCA DEL SEÑOR, SANTUARIO EN CRISTO
Oh Cristo, tu misericordia fue para todo el mundo;
y se hizo real en ocho almas.
De proporción exigua, algunas se postularon con un santo conocimiento fundado,
para ser salvas.
Oh Cristo Jesús, del arca cerraste la sagrada puerta,
y entraron los que purificaron su inmundicia.
Fue una gran carga,
ser nombrado pregonero de justicia.
Oh Señor Jesucristo, cíñenos con perseverancia,
en tu Evangelio.
Y se enseñoreará de excelencia,
tu escogido pueblo.
Oh Redentor, anunciaremos tu Palabra,
para preservar el amor.
Ama al que no ama,
y vestirás su alma con el vínculo perfecto, que le exime del temor.
Oh Salvador, tu semilla de eternidad,
propicia el fruto sazonado de los que van a ser salvos.
Y es acepta toda la humanidad,
si en su quebranto, oh Señor, a tus pies con lágrimas de humilacion se postraron los arrepentidos.
Oh Fiel y Salvador, todo ser debe su pertenencia,
a una familia.
Invoca al Señor de la mies, para que por el poder de su santa presencia,
seáis tú y tu casa acogidos en la gloria.
Paz de Cristo
y se hizo real en ocho almas.
De proporción exigua, algunas se postularon con un santo conocimiento fundado,
para ser salvas.
Oh Cristo Jesús, del arca cerraste la sagrada puerta,
y entraron los que purificaron su inmundicia.
Fue una gran carga,
ser nombrado pregonero de justicia.
Oh Señor Jesucristo, cíñenos con perseverancia,
en tu Evangelio.
Y se enseñoreará de excelencia,
tu escogido pueblo.
Oh Redentor, anunciaremos tu Palabra,
para preservar el amor.
Ama al que no ama,
y vestirás su alma con el vínculo perfecto, que le exime del temor.
Oh Salvador, tu semilla de eternidad,
propicia el fruto sazonado de los que van a ser salvos.
Y es acepta toda la humanidad,
si en su quebranto, oh Señor, a tus pies con lágrimas de humilacion se postraron los arrepentidos.
Oh Fiel y Salvador, todo ser debe su pertenencia,
a una familia.
Invoca al Señor de la mies, para que por el poder de su santa presencia,
seáis tú y tu casa acogidos en la gloria.
Paz de Cristo
sábado, 20 de octubre de 2018
EN EL ESPÍRITU, DESCUBRES LA VERDAD EN CRISTO
Oh Cristo, solo el Santo Espíritu,
te lleva a la verdad.
Y perfeccionará tu yerro,
en el camino de eternidad.
Oh Cristo Jesús, la provisión de la dádiva celestial,
le ha sido concernida al Espíritu Santo.
Su gran predicamento es la libertad,
que te eleva a la pureza de lo perfecto.
Oh Señor Jesucristo, tu omnipresencia nos embargó por sorpresa;
y seducidos fuimos por tu santidad, hasta vernos postrados a tus pies.
La recompensa será de excelencia,
al descubrir por el Espiritu, la línea que delimita el haz del envés.
Oh Rey de reyes, tu respetas la actitud de salvación o condenacion
del ser humano.
Su decisión,
es resuelta en un contexto voluntario.
Oh Señor de señores, por el Espiritu Santo,
fuimos sellados.
Y con nada, oh Sumo Hacedor, nos has coaccionado,
para ser de tu gloria salvos.
Paz de Cristo
te lleva a la verdad.
Y perfeccionará tu yerro,
en el camino de eternidad.
Oh Cristo Jesús, la provisión de la dádiva celestial,
le ha sido concernida al Espíritu Santo.
Su gran predicamento es la libertad,
que te eleva a la pureza de lo perfecto.
Oh Señor Jesucristo, tu omnipresencia nos embargó por sorpresa;
y seducidos fuimos por tu santidad, hasta vernos postrados a tus pies.
La recompensa será de excelencia,
al descubrir por el Espiritu, la línea que delimita el haz del envés.
Oh Rey de reyes, tu respetas la actitud de salvación o condenacion
del ser humano.
Su decisión,
es resuelta en un contexto voluntario.
Oh Señor de señores, por el Espiritu Santo,
fuimos sellados.
Y con nada, oh Sumo Hacedor, nos has coaccionado,
para ser de tu gloria salvos.
Paz de Cristo
miércoles, 17 de octubre de 2018
SALMO 103 EN CRISTO
Oh Cristo, tu gloria vio mi ser,
y bendiciones derramo mi alma.
Antes de que pueda perecer,
he de circuncidar mi corazón, para que con gran regocijo te bendiga, oh Jehova, por la inmensa misericordia y todos los favores de tu Palabra.
Oh Cristo Jesús, me sacaste del Seol,
y por tu llaga se sanaron mis heridas.
Me elevaste con tus alas, para darme la corona consagrada por el eterno poder de tu amor; porque para siempre son tus misericordias.
Oh Rey de la gloria, porque sabes que somos polvo,
con tus hijos tuviste clemencia.
Somos como el sazonado fruto, que brilló un segundo,
por ser muy efímera su existencia.
Oh Fiel y Verdadero, en ti confiamos,
desde la eternidad y hasta la eternidad.
Tu piedad borró todos nuestros pecados.
Y de gracia, oh Señor, nos has dado el resplandor de la santidad.
Por los siglos de los siglos,
bendice alma mía a Jehova.
Y reconoce todos sus beneficios,
para que sea derramada su misericordia, que es la santísima dádiva eterna.
Paz de Cristo
y bendiciones derramo mi alma.
Antes de que pueda perecer,
he de circuncidar mi corazón, para que con gran regocijo te bendiga, oh Jehova, por la inmensa misericordia y todos los favores de tu Palabra.
Oh Cristo Jesús, me sacaste del Seol,
y por tu llaga se sanaron mis heridas.
Me elevaste con tus alas, para darme la corona consagrada por el eterno poder de tu amor; porque para siempre son tus misericordias.
Oh Rey de la gloria, porque sabes que somos polvo,
con tus hijos tuviste clemencia.
Somos como el sazonado fruto, que brilló un segundo,
por ser muy efímera su existencia.
Oh Fiel y Verdadero, en ti confiamos,
desde la eternidad y hasta la eternidad.
Tu piedad borró todos nuestros pecados.
Y de gracia, oh Señor, nos has dado el resplandor de la santidad.
Por los siglos de los siglos,
bendice alma mía a Jehova.
Y reconoce todos sus beneficios,
para que sea derramada su misericordia, que es la santísima dádiva eterna.
Paz de Cristo
martes, 16 de octubre de 2018
CREER, CONDICIÓN INDISPENSABLE DE SALVACIÓN EN CRISTO
Oh Señor Jesús, la condición"sine qua non"es creer en tu Nombre,
para ser de salvación.
Si Él ve que eres fiel hasta la muerte,
guardará tu corazón.
Oh Cristo Jesús, la era de la gracia,
ha propiciado a nuestra vida santidad.
Ser tu discípulo marcó la diferencia,
en el conocimiento de la verdad.
Oh Señor Jesucristo, vomitarás la actitud de tibieza;
porque es consubstancial al inconverso.
Rompe los invulnerables grilletes con la gloriosa alabanza,
y póstrate a los pies del Todopoderoso Señor del universo.
Oh Rey de reyes, mi única espada,
es la doble incisión de tu Palabra; y en ella confío.
Oh Señor de señores, el que te ama,
no ve imponderables ante ningún desafío.
Oh gran Yo Soy, Tú eres mi luz,
y me has librado de las tinieblas del maligno.
La infalible certeza de lo que espero está en ti, oh mi Jesús.
Y la convicción de lo que no se ve, es real en la eterna victoria del Altísimo.
Paz de Cristo
para ser de salvación.
Si Él ve que eres fiel hasta la muerte,
guardará tu corazón.
Oh Cristo Jesús, la era de la gracia,
ha propiciado a nuestra vida santidad.
Ser tu discípulo marcó la diferencia,
en el conocimiento de la verdad.
Oh Señor Jesucristo, vomitarás la actitud de tibieza;
porque es consubstancial al inconverso.
Rompe los invulnerables grilletes con la gloriosa alabanza,
y póstrate a los pies del Todopoderoso Señor del universo.
Oh Rey de reyes, mi única espada,
es la doble incisión de tu Palabra; y en ella confío.
Oh Señor de señores, el que te ama,
no ve imponderables ante ningún desafío.
Oh gran Yo Soy, Tú eres mi luz,
y me has librado de las tinieblas del maligno.
La infalible certeza de lo que espero está en ti, oh mi Jesús.
Y la convicción de lo que no se ve, es real en la eterna victoria del Altísimo.
Paz de Cristo
lunes, 15 de octubre de 2018
LA PALABRA, HEREDAD EN CRISTO
Oh Cristo, el desconocimiento de tu sagrada heredad,
ha perturbado nuestra errática alma.
La senda ancha, no inquiere la eternidad;
solo en la angosta vereda, se dará instrucción de la Palabra.
Oh Cristo Jesús, el entenebrecido ser mundano,
se ha visto privado de la luz del firmamento.
Y en el abismal obscurantismo infrahumano,
fue desposeído del Sagrado Testamento.
Oh Señor Jesucristo, nada obstaculizará la predicación del Sagrado Escrito,
hasta lo último de la tierra.
Y ni jota, ni tilde omitirán su cumplimiento,
en la heredad de vida eterna.
Oh Fiel y Verdadero, al pensamieto eterno,
le dio áurea forma el santuario de la gloria.
Y lo preservará en el tiempo sin tiempo,
oh Señor, tu sublime omnipresencia.
Oh Rey de reyes, tu omnipotente semilla,
la ha sustentado el fuego del Espíritu.
Y santa será la siega,
que con su excelsa diestra, hará nuestro Señor Jesucristo.
Paz de Cristo
ha perturbado nuestra errática alma.
La senda ancha, no inquiere la eternidad;
solo en la angosta vereda, se dará instrucción de la Palabra.
Oh Cristo Jesús, el entenebrecido ser mundano,
se ha visto privado de la luz del firmamento.
Y en el abismal obscurantismo infrahumano,
fue desposeído del Sagrado Testamento.
Oh Señor Jesucristo, nada obstaculizará la predicación del Sagrado Escrito,
hasta lo último de la tierra.
Y ni jota, ni tilde omitirán su cumplimiento,
en la heredad de vida eterna.
Oh Fiel y Verdadero, al pensamieto eterno,
le dio áurea forma el santuario de la gloria.
Y lo preservará en el tiempo sin tiempo,
oh Señor, tu sublime omnipresencia.
Oh Rey de reyes, tu omnipotente semilla,
la ha sustentado el fuego del Espíritu.
Y santa será la siega,
que con su excelsa diestra, hará nuestro Señor Jesucristo.
Paz de Cristo
domingo, 14 de octubre de 2018
RENDID ALABANZA Y ADORACIÓN A CRISTO
Rendidos a tus pies, oh Cristo Jesús,
elevamos la más bella alabanza al trono de tu gloria.
La melodía se reviste de tu admirable luz,
desde el amanecer de la aurora, hasta el perfecto resplandor del mediodía.
Oh Señor Jesucristo, nuestro corazón contrito y humillado,
adora tu presencia.
Nunca, oh Señor, despreciarás al adorador postrado,
que se quebranta, para ser libertado por tu majestuosa clemencia.
Oh Cristo, el universo proclama con reverentes acordes,
una solemne alabanza sin medida.
Y la partitura de sus ayes,
se convierte en plegaria, oh Rey de la gloria, por tu incienso bendecida.
Oh Rey de reyes, buscas adoradores,
que te adoren en espíritu y en verdad.
Si cada vez que se pronuncia el Nombre de Jesús, se doblara toda rodilla, diciendo: Santo, Santo, Santo eres;
habrían colmado las alabanzas tu eternidad.
Oh Señor de señores, Tú te mueves en la alabanza de tu pueblo;
y tus pisadas dan santidad a la armonía.
Aún oigo tu sigilosa huella de eco santo,
que se transforma en aria sagrada de sublime melodía.
Paz de Cristo
elevamos la más bella alabanza al trono de tu gloria.
La melodía se reviste de tu admirable luz,
desde el amanecer de la aurora, hasta el perfecto resplandor del mediodía.
Oh Señor Jesucristo, nuestro corazón contrito y humillado,
adora tu presencia.
Nunca, oh Señor, despreciarás al adorador postrado,
que se quebranta, para ser libertado por tu majestuosa clemencia.
Oh Cristo, el universo proclama con reverentes acordes,
una solemne alabanza sin medida.
Y la partitura de sus ayes,
se convierte en plegaria, oh Rey de la gloria, por tu incienso bendecida.
Oh Rey de reyes, buscas adoradores,
que te adoren en espíritu y en verdad.
Si cada vez que se pronuncia el Nombre de Jesús, se doblara toda rodilla, diciendo: Santo, Santo, Santo eres;
habrían colmado las alabanzas tu eternidad.
Oh Señor de señores, Tú te mueves en la alabanza de tu pueblo;
y tus pisadas dan santidad a la armonía.
Aún oigo tu sigilosa huella de eco santo,
que se transforma en aria sagrada de sublime melodía.
Paz de Cristo
EL EVANGELIO, SALVACIÓN EN CRISTO
Edificad en el Evangelio,
la salvación eterna.
Oh Cristo, Tú eres el sobrenatural Arquitecto,
que viste de santidad el alma inconversa.
Oh Cristo Jesús, anunciaste la Palabra,
que es viva y eficaz.
Solo al que ama,
le será revelada la verdad.
Oh Señor Jesucristo, te humanaste,
para ser la luz del mundo.
Tu resplandor se hizo visible, desde oriente hasta occidente.
Y el incircunciso, de gracia se convirtió al oír el Sagrado Escrito, que le rescató del abismo.
Oh Rey de reyes, el poder de salvación emana de tu Espiritu;
y no de palabras de humana sabiduría.
De tu unción somos la sal, oh Cristo,
que en ti se gloría.
Oh Señor de señores, hemos de velar por la sana doctrina,
que preserva con pureza a la Iglesia santa de Unicidad.
Heme aquí, oh Rey de la gloria,
para predicar las buenas nuevas, que son salvación de eternidad.
Paz de Cristo
la salvación eterna.
Oh Cristo, Tú eres el sobrenatural Arquitecto,
que viste de santidad el alma inconversa.
Oh Cristo Jesús, anunciaste la Palabra,
que es viva y eficaz.
Solo al que ama,
le será revelada la verdad.
Oh Señor Jesucristo, te humanaste,
para ser la luz del mundo.
Tu resplandor se hizo visible, desde oriente hasta occidente.
Y el incircunciso, de gracia se convirtió al oír el Sagrado Escrito, que le rescató del abismo.
Oh Rey de reyes, el poder de salvación emana de tu Espiritu;
y no de palabras de humana sabiduría.
De tu unción somos la sal, oh Cristo,
que en ti se gloría.
Oh Señor de señores, hemos de velar por la sana doctrina,
que preserva con pureza a la Iglesia santa de Unicidad.
Heme aquí, oh Rey de la gloria,
para predicar las buenas nuevas, que son salvación de eternidad.
Paz de Cristo
sábado, 13 de octubre de 2018
VETAD EL PECADO EN CRISTO
Oh Cristo, venciste al pecado,
sepultandolo con tu muerte, y muerte de cruz.
Habréis de vetarlo,
sometiendo al innombrable, en el Nombre de Jesús.
Oh Cristo Jesús, tu yugo es fácil,
y aligerada lleva su gran carga.
Dejamos, oh Señor, a tus pies la sordidez de lo fútil,
para ser sobre nuestras almas, tu bendición sacrosanta.
Oh Señor Jesucristo, en tu redención,
libertaste con el precio de tu preciosa sangre derramada, a todos los pecadores.
Y justificaste con tu perdón,
las actas que nos inculpaban, por el acusador de acusadores.
Oh Redentor, has cercenado la raíz de amargura,
al consagrarnos templos del Espíritu Santo.
Ser nueva criatura,
borró el obscuro pasado; y se hizo manifiesto todo resplandor, con el perfecto don de lo alto.
Oh Salvador, seremos salvos por gracia,
y no por obra.
Oh Soberano Señor, la puerta de la gloria,
con la sagrada llave eterna se abrirá, al que haya gustado de tu senda angosta.
Paz de Cristo
sepultandolo con tu muerte, y muerte de cruz.
Habréis de vetarlo,
sometiendo al innombrable, en el Nombre de Jesús.
Oh Cristo Jesús, tu yugo es fácil,
y aligerada lleva su gran carga.
Dejamos, oh Señor, a tus pies la sordidez de lo fútil,
para ser sobre nuestras almas, tu bendición sacrosanta.
Oh Señor Jesucristo, en tu redención,
libertaste con el precio de tu preciosa sangre derramada, a todos los pecadores.
Y justificaste con tu perdón,
las actas que nos inculpaban, por el acusador de acusadores.
Oh Redentor, has cercenado la raíz de amargura,
al consagrarnos templos del Espíritu Santo.
Ser nueva criatura,
borró el obscuro pasado; y se hizo manifiesto todo resplandor, con el perfecto don de lo alto.
Oh Salvador, seremos salvos por gracia,
y no por obra.
Oh Soberano Señor, la puerta de la gloria,
con la sagrada llave eterna se abrirá, al que haya gustado de tu senda angosta.
Paz de Cristo
El AMOR, VÍNCULO ETERNO EN CRISTO
Oh Cristo, tu amor,
asido está a mi vida eterna.
Oh Todopoderoso Redentor,
ser salvo en tu Nombre, es la gloriosa buena nueva.
Oh Cristo Jesús, aunque para siempre es tu misericordia,
el que no cree en ti, oh Rey de la gloria, ya ha sido condenado.
Tu majestuosa presencia, cada bendito día,
es la que me hace bienaventurado.
Oh Señor Jesucristo, con excelso amor,
concebiste la prodigiosa creación.
Cuan milagroso, es en la rosa su fragante olor,
que purifica el pensamiento y las intenciones del corazón.
Oh Fiel y Verdadero, sublime misterio es tu arquitectura, oh gloria,
de mi salvación.
Aun el inconmensurable merito del alma de excelencia,
no hollará el sagrado monte de Sión.
Oh Alfa y Omega, en la concavidad de tu excelsa diestra,
cabe el universo.
Eres, oh Formador, el primero y el último, que la eternidad habita.
Y solo salvarás al adorador, que creyó en espíritu y en verdad la Sagrada Palabra, vínculo de amor eterno a tu santo verso.
Paz de Cristo
asido está a mi vida eterna.
Oh Todopoderoso Redentor,
ser salvo en tu Nombre, es la gloriosa buena nueva.
Oh Cristo Jesús, aunque para siempre es tu misericordia,
el que no cree en ti, oh Rey de la gloria, ya ha sido condenado.
Tu majestuosa presencia, cada bendito día,
es la que me hace bienaventurado.
Oh Señor Jesucristo, con excelso amor,
concebiste la prodigiosa creación.
Cuan milagroso, es en la rosa su fragante olor,
que purifica el pensamiento y las intenciones del corazón.
Oh Fiel y Verdadero, sublime misterio es tu arquitectura, oh gloria,
de mi salvación.
Aun el inconmensurable merito del alma de excelencia,
no hollará el sagrado monte de Sión.
Oh Alfa y Omega, en la concavidad de tu excelsa diestra,
cabe el universo.
Eres, oh Formador, el primero y el último, que la eternidad habita.
Y solo salvarás al adorador, que creyó en espíritu y en verdad la Sagrada Palabra, vínculo de amor eterno a tu santo verso.
Paz de Cristo
viernes, 12 de octubre de 2018
SÉ INCORRUPTIBLE EN CRISTO
Jesús, dijo: Mis caminos no son vuestros caminos, ni vuestros pensamientos mis pensamientos.
Sometido a tu Palabra, cumpliré sus principios de eternidad.
Clamaré al Santo Espíritu, y no habrá lugar a lo yerros;
porque tu santuario, oh Señor, es la Roca que edifica mis oraciones, elevándolas con el incienso incorruptible de la verdad.
Oh Cristo Jesús, divagamos en la errática incomprensión,
por ser indolentes ante el propósito del Evangelio.
Ha llegado la hora de estar dispuestos a asumir, con gozo en el corazón,
tan grandioso privilegio.
Oh Señor Jesucristo, tus sandalias santas,
dejaron una huella indeleble en tu sagrado camino.
Del misterio de tus palabras,
el milagro fue siempre propicio.
Oh Rey de la gloria, la traición,
era para ti un obstáculo menor.
Y en tu crucifixión,
pronunciaste sin variación, manifiestas indulgencias para el pecador.
Oh Señor Omnipotente, tan grande es la justicia de tu amor,
que excede a todo conocimiento.
En cada vicisitud de tu vida, toda la gloria ha de ser para el Soberano Redentor;
porque solo en Él vive la verdadera resurrección, que le elevó al eterno firmamento.
Paz de Cristo
Sometido a tu Palabra, cumpliré sus principios de eternidad.
Clamaré al Santo Espíritu, y no habrá lugar a lo yerros;
porque tu santuario, oh Señor, es la Roca que edifica mis oraciones, elevándolas con el incienso incorruptible de la verdad.
Oh Cristo Jesús, divagamos en la errática incomprensión,
por ser indolentes ante el propósito del Evangelio.
Ha llegado la hora de estar dispuestos a asumir, con gozo en el corazón,
tan grandioso privilegio.
Oh Señor Jesucristo, tus sandalias santas,
dejaron una huella indeleble en tu sagrado camino.
Del misterio de tus palabras,
el milagro fue siempre propicio.
Oh Rey de la gloria, la traición,
era para ti un obstáculo menor.
Y en tu crucifixión,
pronunciaste sin variación, manifiestas indulgencias para el pecador.
Oh Señor Omnipotente, tan grande es la justicia de tu amor,
que excede a todo conocimiento.
En cada vicisitud de tu vida, toda la gloria ha de ser para el Soberano Redentor;
porque solo en Él vive la verdadera resurrección, que le elevó al eterno firmamento.
Paz de Cristo
jueves, 11 de octubre de 2018
LA MISERICORDIA, GRACIA EN CRISTO
Oh Cristo, desde el trono de la gracia,
derramaste sobre el ser humano tu misericordia.
Hemos sido guardados en tu paz, que todo entendimiento sobrepasa, para ser elevados a la gloria.
Velad y orad, a tiempo y fuera de tiempo,
en la voluntad del Redentor.
Dejad las tribulaciones a los pies del Altísimo,
y seréis consagrados en su amor.
Oh Señor Jesucristo, Tú nos amaste primero;
y te humanaste, para ser la imagen del Dios invisible.
En tu ministerio público nos predicaste el Evangelio,
que es la dádiva de provisión eterna, para deshacer las obras de la tiniebla abominable.
Oh Rey de reyes, nos infundiste el don de la fe,
para converger con lo espiritual.
Gran privilegio es ver lo que no se ve,
al descender del cielo sobrenatural.
Oh Señor de señores, tu cruz se consumó con máxima obediencia,
en el cumplimiento de la Sagrada Escritura.
Y el galardón de ser tu hijo, oh Señor, es la mayor excelencia;
porque has hecho de mí una nueva criatura.
Niégate a ti mismo,
y alcanzarás misericordia.
La vereda angosta tendrás que superar, para obtener el glorioso favor del lugar santisimo; y el Señor Omnipotente, te coronará con la eterna victoria.
Paz de Cristo
derramaste sobre el ser humano tu misericordia.
Hemos sido guardados en tu paz, que todo entendimiento sobrepasa, para ser elevados a la gloria.
Velad y orad, a tiempo y fuera de tiempo,
en la voluntad del Redentor.
Dejad las tribulaciones a los pies del Altísimo,
y seréis consagrados en su amor.
Oh Señor Jesucristo, Tú nos amaste primero;
y te humanaste, para ser la imagen del Dios invisible.
En tu ministerio público nos predicaste el Evangelio,
que es la dádiva de provisión eterna, para deshacer las obras de la tiniebla abominable.
Oh Rey de reyes, nos infundiste el don de la fe,
para converger con lo espiritual.
Gran privilegio es ver lo que no se ve,
al descender del cielo sobrenatural.
Oh Señor de señores, tu cruz se consumó con máxima obediencia,
en el cumplimiento de la Sagrada Escritura.
Y el galardón de ser tu hijo, oh Señor, es la mayor excelencia;
porque has hecho de mí una nueva criatura.
Niégate a ti mismo,
y alcanzarás misericordia.
La vereda angosta tendrás que superar, para obtener el glorioso favor del lugar santisimo; y el Señor Omnipotente, te coronará con la eterna victoria.
Paz de Cristo
miércoles, 10 de octubre de 2018
ANTE EL ACUSADOR, NOS JUSTIFICÓ CRISTO
Oh Cristo, sometidos por el inicuo pensamiento,
todos estábamos abocados a la muerte.
Las actas de nuestro delitos, no tenían rebatimiento;
pero, oh Cordero inmolado, las clavaste en la cruz de tu sacrificio, y en el Nombre de Jesús las justificaste.
Arrostramos un pecado impenitente, oh Cristo Jesús,
desde el huerto del Edén.
De las tinieblas, oh Señor, a tu admirable luz;
de gracia nos rescató la preciosa sangre derramada en tu crucifixión, que purificó el alma de su maléfico desdén.
Oh Señor Jesucristo, cerraste nuestras sépticas heridas,
con tu óleo santo.
Por el fuego del Espíritu, fueron santificadas;
y su sagrada sanación se derramó de lo alto.
Oh Señor Omnipotente, al que cree todo le es posible en el celestial reino,
que se nos ha acercado.
El don de la fe, guarda en el prodigioso santuario,
el santo e inescrutable designio del bienaventurado.
Oh Todopoderoso Hacedor, avivada por el Espíritu Santo,
te espera tu Iglesia amada, en oración.
Clama quebrantada el arrebatamiento,
para habitar en la eterna morada de su salvación.
Paz de Cristo
todos estábamos abocados a la muerte.
Las actas de nuestro delitos, no tenían rebatimiento;
pero, oh Cordero inmolado, las clavaste en la cruz de tu sacrificio, y en el Nombre de Jesús las justificaste.
Arrostramos un pecado impenitente, oh Cristo Jesús,
desde el huerto del Edén.
De las tinieblas, oh Señor, a tu admirable luz;
de gracia nos rescató la preciosa sangre derramada en tu crucifixión, que purificó el alma de su maléfico desdén.
Oh Señor Jesucristo, cerraste nuestras sépticas heridas,
con tu óleo santo.
Por el fuego del Espíritu, fueron santificadas;
y su sagrada sanación se derramó de lo alto.
Oh Señor Omnipotente, al que cree todo le es posible en el celestial reino,
que se nos ha acercado.
El don de la fe, guarda en el prodigioso santuario,
el santo e inescrutable designio del bienaventurado.
Oh Todopoderoso Hacedor, avivada por el Espíritu Santo,
te espera tu Iglesia amada, en oración.
Clama quebrantada el arrebatamiento,
para habitar en la eterna morada de su salvación.
Paz de Cristo
martes, 9 de octubre de 2018
EL ESPÍRITU SANTO, VERDAD ETERNA EN CRISTO
Oh Cristo, tu tiempo eterno,
lo hiciste extensivo a la fe de tus siervos.
Del consolador fue el derramamiento,
para ser templo del Espíritu Santo, en la fidelidad de irreprensibles cuerpos.
Oh Cristo Jesús, el día de Pentecostes,
se propagó con estruendo un impetuoso viento.
Lenguas de fuego en los 120 discípulos, reunidos unánimes en oracion, se posaron;
y hablaron en nuevas lenguas, los que del Espíritu fueron llenos, y al Señor se consagraron.
Oh Señor Jesucristo, fundaste la Iglesia Santa,
cuando la sellaste con tu Santo Espíritu.
Cumplida tu sagrada promesa,
hasta lo último de la tierra, se predicó el Evangelio del misterio eterno.
Oh Rey de reyes, de tu bautismo de fuego celestial,
fueron llenos los corazones dispuestos.
Tomaron su cruz, oh Señor, para seguirte hasta el final;
y su galardón será ver sus nombres, en el cielo escritos.
Oh Señor de señores, en el mundo,
hemos dado a conocer tu Palabra.
El Espíritu Santo, con su resplandeciente verdad nos ha perfeccionado.
Y el Evangelio de Jesucristo, se ha predicado con poder, para la salvación del alma.
Paz de Cristo
lo hiciste extensivo a la fe de tus siervos.
Del consolador fue el derramamiento,
para ser templo del Espíritu Santo, en la fidelidad de irreprensibles cuerpos.
Oh Cristo Jesús, el día de Pentecostes,
se propagó con estruendo un impetuoso viento.
Lenguas de fuego en los 120 discípulos, reunidos unánimes en oracion, se posaron;
y hablaron en nuevas lenguas, los que del Espíritu fueron llenos, y al Señor se consagraron.
Oh Señor Jesucristo, fundaste la Iglesia Santa,
cuando la sellaste con tu Santo Espíritu.
Cumplida tu sagrada promesa,
hasta lo último de la tierra, se predicó el Evangelio del misterio eterno.
Oh Rey de reyes, de tu bautismo de fuego celestial,
fueron llenos los corazones dispuestos.
Tomaron su cruz, oh Señor, para seguirte hasta el final;
y su galardón será ver sus nombres, en el cielo escritos.
Oh Señor de señores, en el mundo,
hemos dado a conocer tu Palabra.
El Espíritu Santo, con su resplandeciente verdad nos ha perfeccionado.
Y el Evangelio de Jesucristo, se ha predicado con poder, para la salvación del alma.
Paz de Cristo
lunes, 8 de octubre de 2018
DE LAS TINIEBLAS A LA LUZ EN CRISTO
Jesús, dijo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.
El gran Yo Soy, da preeminencia a la luz, que es vida eterna; ante el obscuro pecado, que es muerte espiritual.
Oh Cristo, iterpusiste una gran sima,
entre la salvación y la condenacion, en la consumación del juicio final.
Oh Cristo Jesús, inmune se siente el ser humano,
entenebrecido en la maldad.
Le envuelve la tibieza de lo ambiguo;
llevándole a no distinguir, el resplandor de tu admirable luz, de su lóbrega obscuridad.
Oh Cristo Jesús, la instrucción de tu Palabra,
nos enseña meridianamente a regocijarnos con el bien.
Y a evangelizar con firmeza, no exenta de compasión, al que hace iniquidad.
Oh Señor, raíz es la mentira del concupiscente desdén.
El amor y la paz habrás de edificar en la Roca de la verdad.
Oh Fiel y Verdadero, ¿En quien podré confiar, si nadie obra con transparencia de corazón?
Has de mirar al Cordero inmolado, que fue fiel hasta la muerte por los pecadores, para abrir la gloria eterna.
Solo de su santa unción,
fluirán los río de agua viva, que correran en lo profundo del alma, que en Él creyera.
Para vergüenza y confusión por la eternidad,
irán las almas del oprobio condenadas.
Oh Sumo Hacedor, nada ni nadie me separará de la Sagrada Escritura, que es tu santísima autoridad,
para morar con las almas glorificadas.
Paz de Cristo
El gran Yo Soy, da preeminencia a la luz, que es vida eterna; ante el obscuro pecado, que es muerte espiritual.
Oh Cristo, iterpusiste una gran sima,
entre la salvación y la condenacion, en la consumación del juicio final.
Oh Cristo Jesús, inmune se siente el ser humano,
entenebrecido en la maldad.
Le envuelve la tibieza de lo ambiguo;
llevándole a no distinguir, el resplandor de tu admirable luz, de su lóbrega obscuridad.
Oh Cristo Jesús, la instrucción de tu Palabra,
nos enseña meridianamente a regocijarnos con el bien.
Y a evangelizar con firmeza, no exenta de compasión, al que hace iniquidad.
Oh Señor, raíz es la mentira del concupiscente desdén.
El amor y la paz habrás de edificar en la Roca de la verdad.
Oh Fiel y Verdadero, ¿En quien podré confiar, si nadie obra con transparencia de corazón?
Has de mirar al Cordero inmolado, que fue fiel hasta la muerte por los pecadores, para abrir la gloria eterna.
Solo de su santa unción,
fluirán los río de agua viva, que correran en lo profundo del alma, que en Él creyera.
Para vergüenza y confusión por la eternidad,
irán las almas del oprobio condenadas.
Oh Sumo Hacedor, nada ni nadie me separará de la Sagrada Escritura, que es tu santísima autoridad,
para morar con las almas glorificadas.
Paz de Cristo
domingo, 7 de octubre de 2018
EL TODOPODEROSO ES CRISTO
Tu poder, oh Cristo,
se perfecciona en la debilidad.
El Todopoderoso, a través del Santo Espíritu,
manifiesta la única verdad.
Oh Cristo Jesús, la ignota existencia,
se nos hace visible en tu poder;
porque, Oh Señor Omnipotente, por ti fue creado el universo.
Has de saber,
que desde la eternidad y hasta la eternidad, infinita es la morada del Todopoderoso.
Oh Señor Jesucristo, tu diestra posaste
sobre la Iglesia amada.
Y la ungiste
con el óleo santo, que la hizo bienaventurada.
Oh Rey de reyes, todos los pecados ocultos,
de gracia fueron olvidados.
De lo inmundo fuimos libertos,
para ser el día postrero salvos.
Oh Señor de señores, sobre la Roca,
he de edificar,
para sustentar mi vida en la Palabra.
Con fe has de tocar el manto de Jesús;
y serás cautivo del milagro de amar.
Oh Fiel y Verdadero, que sea tu voz,
el eco de mi eternidad.
Toda la gloria he de ofrendarte con fervor;
y conocer al fin del Todopoderoso, la gloriosa salvación en loor de santidad.
Paz de Cristo
se perfecciona en la debilidad.
El Todopoderoso, a través del Santo Espíritu,
manifiesta la única verdad.
Oh Cristo Jesús, la ignota existencia,
se nos hace visible en tu poder;
porque, Oh Señor Omnipotente, por ti fue creado el universo.
Has de saber,
que desde la eternidad y hasta la eternidad, infinita es la morada del Todopoderoso.
Oh Señor Jesucristo, tu diestra posaste
sobre la Iglesia amada.
Y la ungiste
con el óleo santo, que la hizo bienaventurada.
Oh Rey de reyes, todos los pecados ocultos,
de gracia fueron olvidados.
De lo inmundo fuimos libertos,
para ser el día postrero salvos.
Oh Señor de señores, sobre la Roca,
he de edificar,
para sustentar mi vida en la Palabra.
Con fe has de tocar el manto de Jesús;
y serás cautivo del milagro de amar.
Oh Fiel y Verdadero, que sea tu voz,
el eco de mi eternidad.
Toda la gloria he de ofrendarte con fervor;
y conocer al fin del Todopoderoso, la gloriosa salvación en loor de santidad.
Paz de Cristo
viernes, 5 de octubre de 2018
DE LA HUMANIDAD A LA DIVINIDAD EN CRISTO
Oh Cristo, tu prodigiosa creación,
nunca la entenderá mi precaria sabiduría.
oh Señor Jesús, la humanidad de tu corazón,
será de Divinidad para los ojos glorificados, en la salvación del postrero día.
Oh Cristo Jesús, con la relación entre materia y espíritu, Tú, oh Todopoderoso Señor,
propicias una sinergia, en la más absoluta antítesis.
Todos tus prodigios se manifiestan al converger la fe y el amor;
con cuyo binomio, siempre ha lugar la sobrenatural verdad de tu síntesis.
Oh Señor Jesucristo, habremos de pensar,
que en nuestro exiguo poder, el fruto del Espíritu, no obra como indubitable predicamento.
Si para guardar la Palabra, has de amar;
al unísono habrás de tener fe. Y el milagro descenderá del firmamento.
Jesús, dijo: Un nuevo mandamiento
os doy: Que os améis unos a otros, como yo os he amado.
El amor del Fundamento,
solo es manifiesto en el bienaventurado.
Sin obras fenece la fe;
y sin ella no se puede agradar al Señor.
Elevad vuestro espíritu a la convicción cierta, de lo que no se ve.
Y percibiréis la gloria; porque del Amén es el amor.
Paz de Cristo
nunca la entenderá mi precaria sabiduría.
oh Señor Jesús, la humanidad de tu corazón,
será de Divinidad para los ojos glorificados, en la salvación del postrero día.
Oh Cristo Jesús, con la relación entre materia y espíritu, Tú, oh Todopoderoso Señor,
propicias una sinergia, en la más absoluta antítesis.
Todos tus prodigios se manifiestan al converger la fe y el amor;
con cuyo binomio, siempre ha lugar la sobrenatural verdad de tu síntesis.
Oh Señor Jesucristo, habremos de pensar,
que en nuestro exiguo poder, el fruto del Espíritu, no obra como indubitable predicamento.
Si para guardar la Palabra, has de amar;
al unísono habrás de tener fe. Y el milagro descenderá del firmamento.
Jesús, dijo: Un nuevo mandamiento
os doy: Que os améis unos a otros, como yo os he amado.
El amor del Fundamento,
solo es manifiesto en el bienaventurado.
Sin obras fenece la fe;
y sin ella no se puede agradar al Señor.
Elevad vuestro espíritu a la convicción cierta, de lo que no se ve.
Y percibiréis la gloria; porque del Amén es el amor.
Paz de Cristo
jueves, 4 de octubre de 2018
EVANGELIZAD EN CRISTO
Oh Cristo, en tu Evangelio de eternidad,
no hay acepción de personas.
Solo la sana doctrina sostiene la verdad,
para convertir a las almas sórdidas.
Evangelizad en todo lugar;
y hacedlo a tiempo y fuera de tiempo.
En el Nombre de Jesús, habréis de amar,
a los que sumidos en las tinieblas, no han percibido la luz del cielo eterno.
Con denuedo predicaréis la Palabra,
que nunca vuelve vacía; porque siempre tiene un propósito.
El gran misterio de tu red santa,
oh Señor, es que el pálpito del corazón apresado, con desmesura se vuelve bendito.
Multiplicad la oración,
y seréis ungidos por el Altísimo.
El siervo de Cristo, ha de resplandecer en su predicación,
para que el crecimiento de su semilla, se sustente en el lugar santísimo.
Sed vasos de barro usados por el Señor;
porque su poder se perfecciona en la debilidad.
Que de lo profundo del alma emane un inconmovible amor.
Y en Cristo, hasta lo último de la tierra podréis evangelizar con su gozo, que es la fortaleza de vuestra paz.
Paz de Cristo
no hay acepción de personas.
Solo la sana doctrina sostiene la verdad,
para convertir a las almas sórdidas.
Evangelizad en todo lugar;
y hacedlo a tiempo y fuera de tiempo.
En el Nombre de Jesús, habréis de amar,
a los que sumidos en las tinieblas, no han percibido la luz del cielo eterno.
Con denuedo predicaréis la Palabra,
que nunca vuelve vacía; porque siempre tiene un propósito.
El gran misterio de tu red santa,
oh Señor, es que el pálpito del corazón apresado, con desmesura se vuelve bendito.
Multiplicad la oración,
y seréis ungidos por el Altísimo.
El siervo de Cristo, ha de resplandecer en su predicación,
para que el crecimiento de su semilla, se sustente en el lugar santísimo.
Sed vasos de barro usados por el Señor;
porque su poder se perfecciona en la debilidad.
Que de lo profundo del alma emane un inconmovible amor.
Y en Cristo, hasta lo último de la tierra podréis evangelizar con su gozo, que es la fortaleza de vuestra paz.
Paz de Cristo
miércoles, 3 de octubre de 2018
ORACIÓN DE UNA HORA EN CRISTO
Oh Cristo, tus alas santas elevan
el clamor de mi oración.
Y el eterno cielo incensan,
con loor de bendición.
Oh Cristo Jesús, la plegaria torrencial,
impregna de santidad el alma.
Se derrama provisión celestial,
cuando el corazón ora y se quebranta.
Oh Señor Jesucristo, he proclamado una hora de oración,
para dar gloria a tu santo Nombre.
Te he ofrendado toda mi adoracion;
y, oh Rey de la gloria, mis anhelos dejé a tus pies, que es el lugar más alto para poder santificarme.
Oh Señor de señores, sé que fue escuchado
mi clamor.
El viento bienaventurado,
hizo viajar hasta el trono de la gracia el refulgente amor.
Oh Señor Omnipotente, a los que te aman,
todas las cosas les ayudan a bien.
Las almas de tu Iglesia amada, con ilimitada fe confían,
en que por las fragantes oraciones de su contrito y humillado corazón, serán arrebatadas, oh Salvador, a la moradora y eterna Jerusalén.
Paz de Cristo
el clamor de mi oración.
Y el eterno cielo incensan,
con loor de bendición.
Oh Cristo Jesús, la plegaria torrencial,
impregna de santidad el alma.
Se derrama provisión celestial,
cuando el corazón ora y se quebranta.
Oh Señor Jesucristo, he proclamado una hora de oración,
para dar gloria a tu santo Nombre.
Te he ofrendado toda mi adoracion;
y, oh Rey de la gloria, mis anhelos dejé a tus pies, que es el lugar más alto para poder santificarme.
Oh Señor de señores, sé que fue escuchado
mi clamor.
El viento bienaventurado,
hizo viajar hasta el trono de la gracia el refulgente amor.
Oh Señor Omnipotente, a los que te aman,
todas las cosas les ayudan a bien.
Las almas de tu Iglesia amada, con ilimitada fe confían,
en que por las fragantes oraciones de su contrito y humillado corazón, serán arrebatadas, oh Salvador, a la moradora y eterna Jerusalén.
Paz de Cristo
martes, 2 de octubre de 2018
SALVO ERES EN CRISTO
Oh Cristo, en ti soy nueva criatura;
porque me has revelado tu Nombre.
Y en tu camino he perfeccionado mi andadura,
al tener el conocimiento de la Palabra; que penetra hasta partir el alma y el espíritu, con una incisión solemne.
Oh Cristo Jesús, antes de la fundación del mundo,
me escogiste.
Y fui predeterminado como tu discípulo;
porque en el misterio eterno, mi alma bendijiste.
Oh Señor Jesucristo, de la gracia
emana el perdón.
Borrada quedó la obscura inmundicia;
y pondré mis ojos en ti, oh Rey de la gloria, para ser revestido por tu unción.
Oh Rey de reyes, harás el surco recto,
si al arar no miras atrás.
Mi encuentro contigo, oh Señor, me llenó de lo que permanece bello;
y estoy seguro que con tu Iglesia amada, en la nube de gloria me arrebatarás.
Oh Señor de señores, tu coraza de justicia,
es la verdad de mi fe.
Ser nueva criatura en tu Nombre, me consagró en la genuina primicia,
que solo en Jesucristo, lo espiritual de lo espiritual ve.
Paz de Cristo
porque me has revelado tu Nombre.
Y en tu camino he perfeccionado mi andadura,
al tener el conocimiento de la Palabra; que penetra hasta partir el alma y el espíritu, con una incisión solemne.
Oh Cristo Jesús, antes de la fundación del mundo,
me escogiste.
Y fui predeterminado como tu discípulo;
porque en el misterio eterno, mi alma bendijiste.
Oh Señor Jesucristo, de la gracia
emana el perdón.
Borrada quedó la obscura inmundicia;
y pondré mis ojos en ti, oh Rey de la gloria, para ser revestido por tu unción.
Oh Rey de reyes, harás el surco recto,
si al arar no miras atrás.
Mi encuentro contigo, oh Señor, me llenó de lo que permanece bello;
y estoy seguro que con tu Iglesia amada, en la nube de gloria me arrebatarás.
Oh Señor de señores, tu coraza de justicia,
es la verdad de mi fe.
Ser nueva criatura en tu Nombre, me consagró en la genuina primicia,
que solo en Jesucristo, lo espiritual de lo espiritual ve.
Paz de Cristo
lunes, 1 de octubre de 2018
ETERNA SIMIENTE, PUSO EN TU CORAZÓN CRISTO
Oh Sumo Hacedor, tu preexistente omnisciencia,
nos predeterminó para vida eterna.
De nuestra sobrenatural existencia;
tu Palabra hace explícita, la derramada belleza de espiritualidad extrema.
Oh Cristo, la fertilidad de la bendita tierra,
nunca se negó a que tu semilla diera fruto santo.
El resplandor del cielo llegó a cada estrella,
y a ninguna dejó en el tenebroso desierto.
Oh Cristo Jesús, de todos tus llamados,
el universo guarda memoria.
Has de saber, que tus oprobios serán probados,
por la única verdad, que te condena o es absolutoria.
Oh Señor Jesucristo, indubitable es la perfección,
de la eterna simiente.
Fue, oh Señor, por ti creada para salvación;
pero la asechanza del maligno, la llevó al abismo de la muerte.
Oh Señor Omnipotente,
tu Palabra discierne
los pensamientos y las intenciones del corazón.
Y en su sazón de excelencia creaste la bella simiente,
para que redimida y justificada por la preciosa sangre derramada, oh Cordero Inmolado, en tu crucifixión; no guardara el conocimiento, de tu grandiosa salvación.
Paz de Cristo
tu Palabra hace explícita, la derramada belleza de espiritualidad extrema.
Oh Cristo, la fertilidad de la bendita tierra,
nunca se negó a que tu semilla diera fruto santo.
El resplandor del cielo llegó a cada estrella,
y a ninguna dejó en el tenebroso desierto.
Oh Cristo Jesús, de todos tus llamados,
el universo guarda memoria.
Has de saber, que tus oprobios serán probados,
por la única verdad, que te condena o es absolutoria.
Oh Señor Jesucristo, indubitable es la perfección,
de la eterna simiente.
Fue, oh Señor, por ti creada para salvación;
pero la asechanza del maligno, la llevó al abismo de la muerte.
Oh Señor Omnipotente,
tu Palabra discierne
los pensamientos y las intenciones del corazón.
Y en su sazón de excelencia creaste la bella simiente,
para que redimida y justificada por la preciosa sangre derramada, oh Cordero Inmolado, en tu crucifixión; no guardara el conocimiento, de tu grandiosa salvación.
Paz de Cristo
LA PALABRA, INFALIBLE EN CRISTO
Oh Cristo, el encuentro con tu pensamiento eterno,
es infalible en la Palabra.
Misterio del cielo,
que al universo ama.
Oh Cristo Jesús, ha de abordarnos el preclaro discernimiento,
en la lectura solemne de la Escritura Sagrada.
Solo si crees en el Fundamento,
será bienaventurada.
Oh Señor Jesucristo, en tu Cristocéntrica fe,
nos hemos de mover.
Es un don, que no se ve;
pero te resucitará de la muerte, si en el Señor puedes creer.
Oh Rey de reyes, sobre la Roca,
nuestra alma ha de edificar la salvación.
Busca el reino de Dios y su justicia;
y guárdalo con pureza, en tu ungido corazón.
Oh Señor de señores, el mayor milagro del universo,
lo has hecho real en tu humanidad.
Oh Rey de la gloria, nos hiciste manifiesto lo eterno,
en el majestuoso misterio de la piedad.
Paz de Cristo
es infalible en la Palabra.
Misterio del cielo,
que al universo ama.
Oh Cristo Jesús, ha de abordarnos el preclaro discernimiento,
en la lectura solemne de la Escritura Sagrada.
Solo si crees en el Fundamento,
será bienaventurada.
Oh Señor Jesucristo, en tu Cristocéntrica fe,
nos hemos de mover.
Es un don, que no se ve;
pero te resucitará de la muerte, si en el Señor puedes creer.
Oh Rey de reyes, sobre la Roca,
nuestra alma ha de edificar la salvación.
Busca el reino de Dios y su justicia;
y guárdalo con pureza, en tu ungido corazón.
Oh Señor de señores, el mayor milagro del universo,
lo has hecho real en tu humanidad.
Oh Rey de la gloria, nos hiciste manifiesto lo eterno,
en el majestuoso misterio de la piedad.
Paz de Cristo
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