nos predeterminó para vida eterna.
De nuestra sobrenatural existencia;
tu Palabra hace explícita, la derramada belleza de espiritualidad extrema.
Oh Cristo, la fertilidad de la bendita tierra,
nunca se negó a que tu semilla diera fruto santo.
El resplandor del cielo llegó a cada estrella,
y a ninguna dejó en el tenebroso desierto.
Oh Cristo Jesús, de todos tus llamados,
el universo guarda memoria.
Has de saber, que tus oprobios serán probados,
por la única verdad, que te condena o es absolutoria.
Oh Señor Jesucristo, indubitable es la perfección,
de la eterna simiente.
Fue, oh Señor, por ti creada para salvación;
pero la asechanza del maligno, la llevó al abismo de la muerte.
Oh Señor Omnipotente,
tu Palabra discierne
los pensamientos y las intenciones del corazón.
Y en su sazón de excelencia creaste la bella simiente,
para que redimida y justificada por la preciosa sangre derramada, oh Cordero Inmolado, en tu crucifixión; no guardara el conocimiento, de tu grandiosa salvación.
Paz de Cristo
tu Palabra hace explícita, la derramada belleza de espiritualidad extrema.
Oh Cristo, la fertilidad de la bendita tierra,
nunca se negó a que tu semilla diera fruto santo.
El resplandor del cielo llegó a cada estrella,
y a ninguna dejó en el tenebroso desierto.
Oh Cristo Jesús, de todos tus llamados,
el universo guarda memoria.
Has de saber, que tus oprobios serán probados,
por la única verdad, que te condena o es absolutoria.
Oh Señor Jesucristo, indubitable es la perfección,
de la eterna simiente.
Fue, oh Señor, por ti creada para salvación;
pero la asechanza del maligno, la llevó al abismo de la muerte.
Oh Señor Omnipotente,
tu Palabra discierne
los pensamientos y las intenciones del corazón.
Y en su sazón de excelencia creaste la bella simiente,
para que redimida y justificada por la preciosa sangre derramada, oh Cordero Inmolado, en tu crucifixión; no guardara el conocimiento, de tu grandiosa salvación.
Paz de Cristo
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