- Pero desecha las cuestiones necias e insensatas, sabiendo que engendran contiendas.
- Porque el siervo del Señor no debe ser contencioso, sino amable para con todos, apto para enseñar, sufrido; que con mansedumbre corrija a los que se oponen, por si quizá Dios les conceda que se arrepientan para conocer la verdad, y escapen del lazo del diablo.
- Erradica, en el nombre de Jesús, a tus insolventes fuerzas erráticas;
- porque te abocarán a lo desmesuradamente fatuo.
- La Biblia dice: Si alguno enseña otra cosa, y no se conforma a las sanas palabras de nuestro Señor Jesucristo, y a la doctrina que es conforme a la piedad, está envanecido, nada sabe, y delira acerca de cuestiones y contiendas de palabras, de las cuales nacen envidias, pleitos, blasfemias, malas sospechas, disputas necias de hombres corruptos de entendimiento y privados de la verdad, que toman la piedad como fuente de ganancia; apártate de los tales.
- Pero gran ganancia es la piedad acompañada de contentamiento; porque nada hemos traído a este mundo, y sin duda nada podremos sacar.
- Del corazón del ser humano afloran todos los males;
- y es que, en su veleidoso interior no le es propicio amar.
- La Biblia enseña: Bienaventurado el varón que soporta la tentación; porque cuando haya resistido la prueba, recibirá la corona de vida, que Dios ha prometido a los que le aman.
- Cuando alguno es tentado, no diga que es tentado de parte de Dios; porque Dios no puede ser tentado por el mal, ni él tienta a nadie; sino que cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído y seducido.
- Sublimes y perfectas son las piedades que del Señor emanan;
- y toda distorsión, es producto del hombre necio y corrompido.
- La Biblia asevera: Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.
- Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos.
- Es irrefutable, que Dios en su santuario eterno escogió a sus hijos bienaventurados,
- por ser de su linaje dignos.
- Jesús, dijo: Porque he descendido del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me envió.
- Y ésta es la voluntad del Padre, el que me envió: Que de todo lo que me diere, no pierda yo nada, sino que lo resucite en el día postrero.
- No existe ningún tiempo, que el Eterno no prefijó;
- para darnos a conocer, que Él es el último y el primero.
- Paz de Cristo
jueves, 18 de marzo de 2021
2 TIMOTEO 2:23-26 EN CRISTO
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