- Oh Cristo Redentor,
- nada se perpetúa fuera de tu gloria.
- Oh Cristo Salvador,
- no hay otro nombre dado a los hombres, en el que nos sea concernida la final victoria.
- Oh Cordero inmolado,
- el estremecimiento nos subyuga el alma, cuando conocimos, oh Señor, tu abominable crucifixión por nuestra abyecta impiedad.
- Tal fue el ultraje, escarnio y vituperio inferido al Rey de la gloria, y hasta el extremo vejado;
- que no fue óbice, para no justificar a todos los pecadores con su majestuosa verdad.
- Oh Cristo Jesús,
- el sobrenatural pacto de amor, se hizo patente en tu preciosa sangre derramada en la crucifixión del monte Calvario.
- Y hasta el ignoto universo iluminó tu refulgente luz,
- desde el Cristocéntrico santuario.
- Oh Alto y Sublime,
- la belleza de tu amor habitó la eternidad.
- Y el paraíso abrió sus puertas, oh Rey de reyes, al que perseveró hasta el frontispicio de la muerte,
- en irreprensible santidad.
- Oh Fiel y Verdadero,
- tu belleza inmarcesible, se muestra en la bondad del humano corazón.
- Y será en el día postrero,
- oh Alfa y Omega, cuando tus sagradas alas nos eleven a la eterna salvación.
- Paz de Cristo
viernes, 26 de marzo de 2021
LA BELLEZA SE DESVANECE FUERA DE MI CRISTO
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario