- Oh Cordero inmolado,
- tu mayor milagro lo hiciste en la cruz del Calvario.
- De la inicua humanidad perdonaste su pecado;
- ofrendándole con tu muerte, sepultura y resurrección el glorioso santuario.
- La solemnidad del milagro,
- esta provista de inusitada fe, oh Rey de la gloria.
- Porque de facto,
- en tu presencia, se manifiesta la prodigiosa victoria.
- ¿Por qué nada se interpone ante el milagro de Jesús?
- Este singular misterio, en lo que para él ser humano es contra natura, quedó meridianamente desvelado.
- Y es que, la percepción de su inaccesible luz,
- le es concernida únicamente al que cree en el Todopoderoso Señor y Salvador Jesucristo, sin dudarlo.
- Toda fortaleza del maligno es asolada,
- ante la omnipotencia, omnisciencia y omnipresencia del Soberano Señor Jesucristo.
- Porque toda inmundicia, se torna en bienaventurada,
- por la gracia de su Santo Espíritu.
- Jesús, asevera: De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree en el que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida.
- De cierto, de cierto os digo: Viene la hora, y ahora es, cuando los muertos oirán la voz del Hijo de Dios; y los que la oyeren vivirán.
- Todo el que persevere hasta el fin, oh Señor Jesús, tu excelsa diestra le salvará en aquel día;
- y los que moren en la eternidad, oh Señor, tu santísima faz verán.
- Paz de Cristo
domingo, 28 de marzo de 2021
¡CREED! NO HAY MILAGRO, SINO EN CRISTO
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