LA TIBIEZA, NO OBRA EN CRISTO

• Al hacer desdén del Todopoderoso Señor y Salvador Jesucristo,
• establecemos una connivencia con la errática obscenidad. 
• Clamemos al Santo Espíritu, 
• y Él nos guiará a toda verdad. 
• 
  
• Oh mi Cristo, al ser humano le puede la inercia de la senda ancha,
• que conlleva la complicidad con el diablo. 
• Y en su permisividad fatua, 
• se agudiza, al extremo, lo perverso.
• 
  
• Oh Rey de la gloria, los prejuicios del ser humano, 
• le abocan a sobredimensionar las suspicacias.
• Y por no doblegar con su tenue resistencia al pecado,
• le han sumido en las más viles concupiscencias.
• 
  
• Jesús, dijo: Pero por cuanto eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca.
• Porque tú dices: Yo soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad; y no sabes que tú eres un desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo. 
• Asume con determinación, que todo lo que está fuera del arrepentimiento te estorba;
• para quebrantarte y rendirte, ante los pies del Altísimo Señor Jesucristo, que ha redimido a tu espíritu inmundo.
• 
  
• La Biblia asevera: El Padre ama al Hijo, y todas las cosas ha entregado en su mano.
• El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él. 
• Oh Cristo Jesús, de la gloria serán, los que en tu nombre se han consagrado;
• porque Tú eres el autor y consumador de la fe. 
•                              Paz de Cristo