- La Biblia dice: Saliste al encuentro del que con alegría hacía justicia, de los que se acordaban de ti en tus caminos; he aquí, tú te enojaste porque pecamos; en los pecados hemos perseverado por largo tiempo; ¿podremos acaso ser salvos?
- Si bien todos nosotros somos como suciedad, y todas nuestras justicias como trapos de inmundicia; y caímos todos nosotros como la hoja, y nuestras maldades nos llevaron como viento.
- Nadie hay que invoque tu nombre, que se despierte para apoyarse en ti; por lo cual escondiste de nosotros tu rostro, y nos dejaste marchitar en poder de nuestras maldades.
- Ahora, pues, Jehová, tú eres nuestro padre; nosotros barro, y tú el que nos formaste; así que obra de tus manos somos todos nosotros.
- Oh mi Cristo, nunca tuvimos conciencia de ser tus heraldos;
- y adolecimos del doctrinal conocimiento.
- La idolátrica visión definió nuestras perversas vanidades,
- para ser letalmente perniciosos.
- Oh Sumo Alfarero,
- el inicuo que se apartó de su vileza,
- tuvo el privilegio, oh Soberano Señor, de en tu sobrenatural rueda ser un vaso nuevo;
- y recibir de gracia, las buenas nuevas de salvación eterna.
- Oh Alfa y Omega,
- engendrada ha sido por la Sagrada Palabra,
- la que se consagró como alma perfecta:
- santa e incorruptible, sin arruga y sin mancha.
- Paz de Cristo
sábado, 4 de mayo de 2024
CON LA MISERIA DEL SER HUMANO, SÓLO HA SIDO CONDESCENDIENTE EL TODOPODEROSO SEÑOR Y SALVADOR JESUCRISTO
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