NUNCA DES EL BENEPLÁCITO A TUS INERCIAS CARNALES, SINO A LO ESPIRITUA DE LO ESPIRITUAL EN CRISTO

• La Biblia enseña: Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que proviene de Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha concedido, 
• lo cual también hablamos, no con palabras enseñadas por sabiduría humana, sino con las que enseña el Espíritu, acomodando lo espiritual a lo espiritual. 
• Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente. 
• En cambio el espíritu juzga todas las cosa; pero él no es juzgado por nadie.
• Porque ¿quién conoció la mente del Señor? ¿Quién le instruirá? Mas nosotros tenemos la mente de Cristo. 
• Oh mi Cristo, nunca tu probo siervo, obviará la piadosa humildad, para obrar con arrogancia, y de impostura revestido;
• porque todo en el genuinamente santo tiene un filtro celestial. 
• Y es que, lo espurío del profano, es definido por la sordidez de su obscura mente.
• Y la justicia se pronuncia sine díe, 
• en el discípulo que profesa la verdad del Santo Espíritu. 
• 
  
• Oh Hijo del Hombre, 
• Tú nos has instruido con la sabiduría de lo alto.
• Y el que no ha creido en tu majestuoso nombre, 
• jamás tuvo la gracia espiritual, para que le fuera revelada la Deidad del que de Israel es Santo. 
• 
  
• Oh Santo de Israel,
• Tú eres Dios manifestado en carne. 
• Y únicamente por el don de la fe,
• tu alma bendecida por el Todopoderoso Señor y Salvador Jesucristo podrá salvarse.
•         Paz de Cristo