LA IRREVERENCIA, SÉPTICO DESPROPÓSITO EN EL CULTO AL TODOPODEROSO SEÑOR Y SALVADOR JESUCRISTO

• La Biblia enseña: Dice, pues, el Señor: Porque este pueblo se acerca a mí con su boca, y con sus labios me honra, pero su corazón está lejos de mí, y su temor de mí no es más que un sentimiento de hombres que les ha sido enseñado;
• por tanto, he aquí que nuevamente excitaré yo la admiración de este pueblo con un prodigio grande y espantoso; porque perecerá la sabiduría de sus sabios, y se desvanecerá la inteligencia de sus entendidos.
• Oh mi Cristo, Tú te glorificas en el genuino siervo bienaventurado;
• pero nunca oirás la oración impostada de los altivos.
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• Oh Santo de Israel, 
• hasta el silencio que concatenaba tus  eternas palabras en los exhortos de tu ministerio público,
• está impregnado de la providencial fe,
• para inquirir en la gloriosa revelación del postulado bíblico.
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• Oh Eterno,
• la más grandiosa solemnidad del Evangelio de la gracia, 
• ha de ser como una oración incensada al glorioso cielo,
• para perpetuar la senda de salvación del alma.
•            Paz de Cristo