- La Biblia enseña: El Dios que hizo el mundo y todas las cosas que en él hay, siendo Señor del cielo y de la tierra, no habita en templos hechos por manos humanas,
- ni es honrado por manos de hombres, como si necesitase de algo; pues él es quien da a todos vida y aliento y todas las cosas.
- Y de una sangre ha hecho todo el linaje de los hombres, para que habiten sobre la faz de la tierra; y les ha prefijado el orden de los tiempos, y los límites de su habitación;
- para que busquen a Dios, si en alguna manera, palpando, puedan hallarle, aunque ciertamente no está lejos de cada uno de nosotros.
- Porque en él vivimos, y nos movemos, y somos: como alguno de vuestros propios poetas también han dicho: Porque linaje suyo somos.
- Siendo, pues, linaje de Dio, no debemos pensar que la Divinidad sea semejante a oro, o plata, o piedra, escultura de arte y de imaginación de hombres.
- Pero Dios, habiendo pasado por alto los tiempos de esta ignorancia, ahora manda a todos los hombres en todo lugar, que se arrepientan;
- por cuanto ha establecido un día en el cual juzgará al mundo con justicia, por aquel varón a quien designó, dando fe a todos con haberle levantado de los muertos.
- Oh mi Cristo, Tú nos has dado revelación en las Escrituras Sagradas,
- e imarcesibles son en las cuales las virtudes gloriosas.
- Y nuestro espíritu, alma y cuerpo, oh Señor, han sido de facto por tu inescrutable designación;
- porque en la búsqueda de su bendito rostro, nuestra propia perfección profesaremos.
- Nada nos es viable, oh Cristo Jesús, sin tu excelsa gracia, para morar contigo en los incomparables cielos.
- Diametralmente opuesta es la idolatría, oh Santo, a tu omnisciencia, omnipotencia y omnipresencia, que son a la sazón de donde emanan tus sublimes bendiciónes.
- Pero Él, Jesucristo, jamás nos indujo en su Sagrada Palabra, a suplir su gloriosa presencia, por ignominiosas estatuas que son las antítesis del Todopoderoso Señor y Salvador Jesucristo, y que de su inconmensurable adoración nos apartan;
- y que por ser su magistral creación, le hemos de dar toda la gloria, para ser arrebatados con Él a los celestiales aposentos eternos.
- Paz de Cristo
sábado, 12 de abril de 2025
CUANDO RENUNCIAS Y TE ARREPIENTES DE TUS PECADOS DAS LUGAR AL MAJESTUOSO PERDON DEL TODOPODEROSO SEÑOR Y SALVADOR JESUCRISTO
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