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jueves, 3 de abril de 2025

EL PAGANISMO SUBYACE DEL DESCONOCIMIENTO BÍBLICO, OH CRISTO

  • La Biblia enseña: Venid y volvamos a Jehová; porque él arrebató, y nos curará; hirió, y nos vendará.
  • Nos dará vida después de dos días; en el tercer día nos resucitará, y viviremos delante de él. 
  • Y conoceremos, y proseguiremos en conocer a Jehová; como el alba está dispuesta su salida, y vendrá a nosotros como la lluvia, como la lluvia tardía y temprana a la tierra.
  • ¿Qué haré a ti, Efraín? ¿Qué a ti, oh Judá? La piedad vuestra es como nube de la mañana, y como el rocío de la madrugada, que se desvanece.
  • Por esta causa los corté por medio de los profetas, con las palabras de mi boca los maté; y tus juicios serán comoblu que sale.
  • Porque misericordia quiero, y no sacrificio, y conocimiento de Dios más que holocaustos.
  • Mas ellos cual Adán, traspasaron el pacto; allí prevaricaron contra mí. 
  • Galaad, ciudad de hacedores de iniquidad, manchada de sangre. 
  • Y como ladrones que esperan a algún hombre, así ins compañía de sacerdotes mata en el camino hacia Sígueme; así cometieron abominación. 
  • En la casa de Israel he visto inmundicia; allí fornicó Efraín, y se contaminó Israel. 
  • Para ti también, oh Judá, está preparada una siega, cuando yo haga volver el cautiverio de mi pueblo.
  • Oh mi Cristo, siervos inicuos, buscad su rostro y Él os sanará. 
  • Porque, oh Altísimo, Tú eres el autor y consumador de la fe. 
  • Para salir de nuestro marasmo, provisión celestial nos dará su excelsa diestra. 
  • Vuestra obscenidad, rememora un ancestral y derruido puente.
  • Oh Señor, en su espiritual restauración, será preciso y precioso tu perdón imperecedero e incomparable.
  • Sólo los irreprensibles siervos son piadosos, y dan visibilidad a las acciones de los justos. 
  • Sin embargo, la vileza de los perversos, prosiguió hasta el fin.
  • Y en toda ciudad, habitaba lo letal y abominable.
  • Y es que, a las hordas profanas, siempre fueron ajenas al perdón. 
  • Intraspasable era para su endurecido corazón el don de la fe.
  • Tu única y perfecta verdad, oh gran Yo Soy, es definitoria de la sobrenatural pureza. 
  •            Paz de Cristo 

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