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viernes, 25 de abril de 2025

EL DIABLO TE SOMETE A LA FRUSTRACIÓN. ¡SÉ LIBRE EN CRISTO!

  • La Biblia enseña: ¿De dónde vienen las guerras y los pleitos entre vosotros? ¿No es de vuestras pasiones, las cuales combaten en vuestros miembros?
  • Codiciáis, y no tenéis; matáis y ardéis de envidia, y no podéis alcanzar; combatís y lucháis, pero no tenéis lo que deseáis, porque no pedís.
  • ¡Oh almas adúlteras! ¿No sabéis que la amistad con el mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios.
  • ¿O pensáis que la Escritura dice en vano: El Espíritu que él ha hecho morar en nosotros nos anhela celosamente?
  • Pero él da mayor gracia. Por esto dice: Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes.
  • Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huira de vosotros.
  • Acercáis a Dios, y él se acercará a vosotros. Pecadores, limpiad las manos; y vosotros los de doble ánimo, purificad vuestros corazones. 
  • Afligíos, y lamentad, y llorad. Vuestra risa se convierta en lloro, y vuestro gozo en tristeza. 
  • Humillaos delante del Señor, y él os exaltará. 
  • Oh mi Cristo, sé propicio a darnos sabiduría de lo alto; y de los pensamientos necios, preservanos con tus bíblicos preceptos.
  • Oh Señor, Tú eres el primero y el último, el principio y el fin.
  • Haced casi omiso de los sépticos horizontes.
  • En la sordidez inmunda; nunca recibiréis revelación de la Sagrada Palabra, los que sois diametralmente opuestos a los siervos santificados.
  • Y es precisamente la verdad del Santo Espíritu, en tu viuda, la que te bendice indubitablemente. 
  • Es tu gracia, oh Señor, la que reviste con su unción a los discípulos irreprensibles. 
  • Porque al diablo no le pasa inadvertido, oh Cristo Jesús, los que en tu santo nombre, profesan ser tus siervos consagrados. 
  • Estad asidos al Todopoderoso Señor y Salvador Jesucristo, porque desde su santuario eterno derramará sus celestiales dones.
  • Bienaventurado es, oh Señor, el que tiene su nombre cincelado en tu excelsa diestra. 
  • Y es que, si sigues los pasos sagrados del Hijo del Hombre, con su bendita gracia te salvará. 
  •              Paz de Cristo 

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