- La Biblia dice: Porque el Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad.
- Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor.
- Oh mi Cristo, en la revelación de tu santo nombre, fuiste a nuestros pies luz de la verdad;
- porque en tu gracia está el sublime candor.
- Oh Rey de reyes,
- por tu gran misericordia, me mandarás un día misterioso,
- de la Sagrada Palabra, el enésimo de tus poeticos mensajes;
- pero Tú me habrás llamado a tu presencia, y entonces te lo escribiré en el paraíso más glorioso.
- Oh Santo de Israel,
- nuestro tiempo es efímero, en el camino donde nos perfeccionas con la Sagrada Escritura,
- Y siempre aunentaste, oh Señor, exponencialmente nuestra fe;
- para transformar nuestro ignominioso ser humano, en una nueva criatura.
- Oh Alto y Sublime,
- la manera más explícita de agradarte, es nuestra postrada adoración.
- Y seré el discípulo esforzado y valiente;
- si aun sin ninguna culpa, mi alma participara, oh Cristo Redentor, de tu majestuoso perdón.
- Oh Cordero inmolado,
- no existe mayor santidad, que la que Tú nos ofrendaste en tu muerte, muerte de cruz.
- Y nadie podrá traspasar la gloriosa puerta del bienaventurado,
- si en su espíritu no obra la Cristocéntrica luz.
- Paz de Cristo
sábado, 18 de marzo de 2023
EL ÚNICO QUE LIBERTAS ERES TÚ, OH CRISTO
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