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martes, 28 de marzo de 2023

TODAS LAS IDOLATRÍAS SON DE REPROBACIÓN EN CRISTO

  • La Biblia dice: Porque en él vivimos, y nos movemos, y somos; como algunos de vuestros propios poetas también han dicho: Porque linaje suyo somos. 
  • Siendo, pues, linaje de Dios, no debemos pensar que la Divinidad sea semejante a oro, o plata, o piedra, o escultura de arte y de imaginación de hombres.
  • Pero Dios, habiendo pasado por alto los tiempos de esta ignorancia, ahora manda a todos los hombres en todo lugar, que se arrepientan;
  • por cuanto han establecido un día en el cual juzgará al mundo con justicia, por aquel varón a quien designó, dando fe a todos con haberle levantado de los muertos.
  • Oh mi Cristo, a los que te amamos, todos tus designios nos son glorioso,
  • porque de gracia son sus bendiciones.
  • Que los preceptos bíblicos siempre sean,
  • los que guarden de toda vicisitud a tus auténticos siervos.

  • Oh Cristo Jesús, 
  • las idolatrías devastan a la humanidad, seducida por sus obscuras concupiscencias. 
  • Y estos obscenos obstáculos no nos dejan ver tu admirable luz,
  • haciendo apostasía, oh Señor,  de tus excelencias.

  • Oh Santo de Israel, 
  • toda nuestra caótica incertidumbre, 
  • es suplida piadosamente por la sobrenatural fe,
  • que vivifica y renueva la  ociosa mente de su maligna servidumbre.

  • Oh Rey de reyes,
  • lava todo nuestro ser de la impureza idolátrica. 
  • Rae, oh Santo, todas las aberraciones ancestrales,
  • que han hecho a nuestra alma séptica.

  • En aquella misma hora Jesús se regocijo en el Espíritu, y dijo: Yo te alabo, oh Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque escondiste estas cosas de los sabios y entendidos, y las has revelado a los niños. Sí, Padre, porque así te agradó. 
  • Todas las cosas me fueron entregadas por mi Padre; y nadie conoce quién es el Hijo sino el Padre; ni quién es el Padre, sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo lo quiera revelar.
  • En nada intervino el ser humano, en lo que el Eterno creó, 
  • Y es que, Él nos amó primero, para poder nosotros amar.
  •                 Paz de Cristo

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