EN EL SECRETO DE TU ALTAR SÓLO ESTÁ CRISTO

• Jesús, dijo: Guardaos de hacer vuestra justicia delante de los hombres, para ser vistos de ellos; de otra manera no tendréis recompensa de vuestro Padre que está en  los cielos.
• Cuando, pues, des limosna, no hagas tocar trompeta delante de ti, como hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles, para ser alabados por los hombres; de cierto os digo que ya tienen su recompensa.
• Más cuando tú des limosna, no sepa tu izquierda lo que hace tu derecha,
• para que sea tu limosna en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público. 
• Oh mi Cristo, únicamente tus probos siervos, 
• son los auténticos merecedores de estar en la gloria eterna.
• Pero el séptico y vil, que sólo profiere endecha; 
• conocerá de primera mano lo letal, por haber sido infame, abyecto e impúdico. 
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• Oh Cordero inmolado, 
• tu gloria excelsa se manifestó en el altar de inconmensurable sacrificio, levantado en la cruz del Calvario, para redención de toda la humanidad. 
• Y Tú, después del tercer día insepulto, fuiste el Todopoderoso Señor resucitado,
• consumando la única, santa y perfecta verdad.
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• Oh Cristo Altísimo, 
• el falsario impostor, nunca interiorizó tu muerte, sepultura y resurrección. 
• Y no le cabe otra manera, que el quebrantamiento de espíritu en el Lugar Santísimo.
• Y el arrepentimiento, oh Señor, postrado a tus santísimos pies, con su humillado y contrito corazón. 
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• Oh Fiel y Verdadero, 
• nadie sabe de tu Sagrada Palabra, 
• leer los espacios de silencio;
• porque ese espacio, el Santo Espíritu se lo revela, al que con grandioso celo a Dios ama.
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• Oh Eterno,
• Tú conoces el pensamiento de cada corazón;
• pero para abrir la puerta del cielo,
• oh Rey de la gloria, Tú has de confrontarlo con su intención. 
•               Paz de Cristo