- La Biblia dice: Guárdame, oh Dios, porque en ti he confiado.
- Oh alma mía, dijiste a Jehová: Tú eres mi Señor; no hay para mí bien fuera de ti.
- Para los santos que están en la tierra, y para los íntegros, es toda mi complacencia.
- Oh mi Cristo, Tú me has santificado,
- de principio a fin.
- Tuya es, oh Dios, la magnificente excelencia.
- Oh Rey de reyes,
- ayúdanos, para que siguiendo tu bendita senda,
- no cometamos tan burdos errores;
- porque desequilibran nuestra espiritual balanza, siendo perfeccionada por tu excelsa diestra.
- Oh Sumo Alfarero,
- a los vasos que diste gloria, desviados de tu propósito sobrenatural sufrieron pérdida.
- Y Tú, oh gran Dios, les has hecho un molde nuevo,
- para que su naturaleza salvífica sea restituida.
- Oh Alto y Sublime,
- permítenos habitar contigo la eternidad.
- Proveenos sobre el timón, el pulso firme,
- que nos permita dar cumplimiento a la recta y prodigiosa verdad.
- Oh Santo,
- el pusilánime se somete indiscriminadamente a la penumbra del maligno.
- Pero Tú, oh Soberano,
- nos has exonerado de toda obscuridad, haciéndonos libertos de la séptica herrumbre ancestral, con nuestro espíritu quebrantado en el Lugar Santísimo.
- Paz de Cristo
jueves, 16 de marzo de 2023
ERRORES DE PRINCIPIANTES SOMETEN AL SER HUMANO, OH CRISTO
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