- Jesús, dijo: Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.
- Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él.
- El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creido en el nombre del unigénito Hijo de Dios.
- Y ésta es la condenación: que la luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas.
- Porque todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a la luz, para que sus obras no sean reprendidas.
- Mas el que practica la verdad viene a la luz, para que sea manifiesto que sus obras son hechas en Dios.
- Oh mi Cristo, toda duda sobre el Evangelio, es para ti una ofensa.
- Porque los que en tu santo nombre creen,
- son siervos consagrados.
- De la Sagrada Palabra, son hacedoras las almas,
- que a tus pies están rendidas,
- por los siglos de los siglos.
- Oh Cristo Redentor,
- tu majestuoso perdón fue diametralmente opuesto a la autocomplacencia.
- Y es que, en tu piadoso amor,
- únicamente vive la sobrenatural excelencia.
- Oh Rey de reyes,
- de tu celestial santuario,
- nos has dado los perfectos bienes,
- que guiarán a nuestro espíritu, para guardarse de la perversidad del letal sicario.
- Oh Sumo Alfarero,
- nunca será por tu rueda desestimada,
- el alma que quiera nacer de nuevo;
- porque como el oro, por el fuego será probada
- Oh Cristo Jesús,
- tu gozo es nuestra fortaleza.
- Y el anhelo de tus santos siervos es vivir en tu inaccesible luz,
- culmen de la vida eterna.
- Paz de Cristo
miércoles, 8 de marzo de 2023
LA AUTOCOMPLACENCIA ES EL MAYOR YERRO DE LA HUMANIDAD, OH CRISTO
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