- Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora.
- Tiempo de nacer, y tiempo de morir; tiempo de plantar, y tiempo de arrancar lo plantado.
- Oh mi Cristo, el que en su espíritu ha recibido tu gloria;
- insoslayablemente ha de ser un probo heraldo.
- Tiempo de matar, y tiempo de curar; tiempo de destruir, y tiempo de edificar.
- tiempo de llorar, y tiempo de reír; tiempo de endechar, y tiempo de bailar;
- tiempo de esparcir piedras, y tiempo de juntar piedras; tiempo de abrazar, y tiempo de abstenerse de abrazar.
- Oh Cristo Jesús, en tu majestuoso nombre siempre me habré de gloriar.
- Y en justicia he de obrar;
- sin embargo, al ser humano nunca le tendré carencia de amar.
- Tiempo de buscar, y tiempo de perder; tiempo de guardar, y tiempo de desechar;
- tiempo de romper, y tiempo de coser; tiempo de callar, y tiempo de hablar;
- tiempo de amar, y tiempo de aborrecer; tiempo de guerra, y tiempo de paz.
- Oh Cristo Altísimo, ¿habrá alguien qué no anhele postrarse a tus pies para poderte adorar?
- Pero el que no tiene fe, oh Señor, tampoco te podrá amar;
- y por lo mismo, no obrará en santidad.
- ¿Qué provecho tiene el que trabaja, de aquello en que se afana?
- Yo he visto el trabajo que Dios ha dado a los hijos de los hombres para que se ocupen en él.
- Todo lo hizo hermoso en su tiempo; y ha puesto eternidad en el corazón de ellos, sin que alcance el hombre a entender la obra que ha hecho Dios desde el principio hasta el fin
- Oh gran Dios, Tú has bendecido a la Iglesia santa;
- a la que tiene inusitada fe.
- Y ha entendido, oh Rey de reyes, que Tú eres el que guarda su eterno devenir.
- Paz de Cristo
viernes, 1 de marzo de 2024
ECLESIASTÉS 3:1,2 EN CRISTO
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