- La Biblia dice: No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él.
- Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no provienen del Padre, sino del mundo.
- Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.
- Oh mi Cristo, todo esto se substancia en la bíblica fe.
- Y es en el espíritu moribundo,
- donde la Cristocéntrica doctrina no se advierte.
- Oh Sumo Hacedor,
- es en tu sagrada paz,
- donde convergen el excelso amor,
- y la gloriosa santidad.
- Oh Eterno,
- Tú no vas a delimitar,
- la gracia del reino,
- al auténtico siervo, oh Todopoderoso Señor y Salvador Jesucristo, que con la poesía solemne te quiere adorar.
- Oh Santo,
- tu dádiva perfecta,
- la derramas desde lo alto,
- para el que anhela morar en tu gloria eterna.
- Paz de Cristo
lunes, 11 de marzo de 2024
VETAD LA CONCUPISCENCIA Y GLORÍAOS EN CRISTO
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