- Oh mi Cristo,
- en tus propósitos no podemos entrar.
- Pero el Santo Espíritu,
- a la única verdad siempre nos ha de llevar.
- Oh Fiel y Verdadero,
- tu revelación subyace al escudriñar la Sagrada Palabra.
- Y será en el día postrero,
- cuando enjuiciarás nuestra alma.
- Oh Santo de Israel,
- dando cumplimiento a tu bíblicos preceptos,
- te agradarían con fe,
- tus irreprensibles siervos.
- Oh Hijo del Hombre,
- postrados a tus pies en adoración,
- glorificamos tu santo nombre,
- y recibimos, oh Señor, tu majestuoso perdón.
- Oh Rey de la gloria,
- será tu gracia excelsa,
- la que nos dé la eterna victoria,
- al ser para los que creemos en tu majestuoso nombres, la más grandiosa promesa.
- Paz de Cristo
martes, 5 de marzo de 2024
TUS DESIGNIOS SON INESCRUTABLES, OH CRISTO
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