- Oh mi Cristo,
- de extremo e inefable se puede tildar tu amor universal.
- Y por ser Tú el glorioso camino,
- necesitamos reconocernos en la santidad de tu majestuoso nombre celestial.
- Oh Cristo Redentor,
- en la abominable crucifixión del Calvario,
- los lacerantes latigazos, multiplicaron geométricamente tu radiante e inconmensurable amor,
- al ser derramado cual aguacero desde el eterno santuario.
- Oh Cristo Altísimo,
- al expirar en la cruz, el velo del templo se rasgó de arriba abajo.
- Y fue en el Lugar Santísimo,
- donde con el corazón contrito y humillado se arrepintió el vil e inmundo pagano.
- Oh Cristo de la gloria,
- los designios de tu excelso amor,
- han dejado una universal e indeleble estela,
- por ser el Sumo Creador.
- Paz de Cristo
martes, 5 de marzo de 2024
TU AMOR EXCEDE DE TODO CONOCIMIENTO, OH CRISTO
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