- Cuando aumenta los bienes, también aumentan los que los consumen. ¿Qué bien, pues, tendrá su dueño, sino verlos con sus ojos?
- Dulce es el sueño del trabajador, coma mucho, coma poco; pero al rico no le deja dormir la abundancia.
- Oh mi Cristo, los devenires gloriosos,
- son los que alcanza tu celestial gracia.
- Hay un mal doloroso que he visto debajo del sol: las riquezas guardadas por sus dueños para su mal;
- las cuales se pierden en malas ocupaciones, y a los hijos que engendraron, nada les queda en la mano.
- Oh Santo, Tú siempre eres cabal,
- en un reino sin acepción de personas de antemano.
- Éste también es un gran mal, que como vino, así haya de volver. ¿Y de qué le aprovechó trabajar en vano?
- Además de esto, todos los días de su vida comerá en tinieblas, con mucho afán y dolor y miseria.
- Oh Sumo Alfarero, Tú al inicuo le raes lo insano,
- con tu sobrenatural rueda.
- He aquí, pues, el bien que yo he visto: que lo bueno es comer y beber, y gozar uno del bien de todo su trabajo con que se fatiga debajo del sol, todos los días de su vida que Dios le ha dado; porque ésta es su parte.
- Asimismo a todo hombre a quien Dios da riquezas y bienes, y le da también facultad para que coma de ellas, y tome su parte, y goce de su trabajo, esto es don de Dios.
- Porque no se acordará mucho de los días de su vida; pues Dios le llenará de alegría el corazón.
- Oh Hijo del Hombre,
- Tú obras siempre con juicios justos,
- porque el fiel de la sagrada balanza, pesa con tu espiritual unción.
- Paz de Cristo
viernes, 1 de marzo de 2024
ECLESIASTÉS 5:11,12 EN CRISTO
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