- La Biblia dice: No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él.
- Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no provienen del Padre, sino del mundo.
- Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.
- Oh mi Cristo, sólo el siervo que obra en concordancia con el don de la fe,
- no se presta, en ningún caso, a lo visceralmente nauseabundo.
- Y es que, en la excelencia del Altísimo Señor Jesucristo, se habrán de sustentar en el genuino discípulo su alma, corazón y mente.
- Oh Rey de la gloria,
- el fluctuante pensamiento de hombre,
- nunca tendrá como galardón la eterna victoria;
- porque no habrá obedecido con fidelidad, los insoslayables preceptos bíblicos del Hijo del Hombre.
- Oh Sumo Hacedor,
- toda manifestación espiritual,
- viene precedida por haber interiorizado el poder inherente al amor,
- que nos es concernido por la gracia sobrenatural
- Paz de Cristo
sábado, 6 de abril de 2024
EL GRAN OBSTACULO AL QUE SE ENFRENTA EL SER HUMANO ES SU CARNALIDAD, OH CRISTO
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