- La Biblia enseña: Hijo mío, está atento a mis palabras; inclina tu oído a mis razones.
- No se aparten de tus ojos; guárdalas en medio de tu corazón;
- porque son vida a los que las hallan, y medicina a todo su cuerpo.
- Sobre todas cosa guardada, guarda tu corazón; porque de él mana la vida.
- Aparta de ti la perversidad de la boca, y aleja de ti la iniquidad de los labios.
- Tus ojos miren lo recto, y diríjanse los párpados hacia lo que tienen delante.
- Examina la senda de tus pies, y todos tus caminos sean rectos.
- No te desvíes a la derecha ni a la izquierda; aparta tu pie del mal.
- Oh mi Cristo, nuestro ferviente anhelo, es que de tu bendita gracia seamos permeables.
- Y que tu admirable luz, oh Señor, se apiade de nuestra ignominiosa perversión;
- porque distorsiona la visión de lo excelso.
- Haz que de tu gracia Cristocéntrica,
- se derramen los bíblicos designios revelados.
- Tú, oh gran Dios, nunca te has mostrado equidistante.
- De inconmensurable sabiduría, estan afinados tus gloriosos mandamientos.
- Y es tu majestuoso perdón, oh Rey de reyes, la eterna bendición celestial.
- Paz de Cristo
martes, 3 de diciembre de 2024
LA HUMANIDAD HA DE RAER SU DISPLICENCIA, GUARDANDO SU CORAZÓN EN CRISTO
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario