LA SALVACIÓN, TU META EN CRISTO

De Gracia hemos recibido
el don de la Fe. 
Oh Cristo, nos has bendecido, 
y en tu presencia creemos; porque en el Santo Espíritu la Gloria se ve.

Oh Señor Jesús, de todo lo mundano
me he apartado,
con el anhelo de someterme a tu padecimiento, en obediencia absoluta a la sana doctrina. 
Guardado en tu regazo, 
provisión de paz, me dio tu Palabra Santísima. 

Oh Señor Jesucristo, la convicción de alcanzar tu perfecta estatura, 
nos postula como discípulos del Todopoderoso. 
Oh Santo de Israel, te agradó que fuera en ti Nueva Criatura;
y seré tu fiel siervo, para gloriarme en la fortaleza de tu gozo. 

Oh Rey de reyes, a la concupiscente asechanza, 
el maligno siempre nos ha arrastrado. 
Amar, oh Señor, tu Universal Magnificencia, 
elevará al Cielo nuestro ser Santificado.

Oh Señor de señores, tu Escritura Sagrada, 
exhorta la perfecta bendición. 
El alma bienaventurada, 
ofrenda su vida, oh Señor, para ser Glorificada en la Eterna Salvación. 
                         Paz de Cristo