LA OBSCURA EXPECTATIVA DE SALVACIÓN DEL TIBIO, OH CRISTO

• Jesús, dijo: Pero por cuanto eres tibio, y no frio ni caliente, te vomitaré de mi boca.
• Porque tú dices: Yo soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad; y no sabes que tú eres un desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo. 
• Y si hoy partieras a la eternidad ignota,
• ¿te has arrepentido fervientemente,  sin fingimiento, a los pies de Cristo, de lo inmundo?
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• La Biblia dice: No os olvidéis de la hospitalidad, porque por ella algunos, sin saberlo, hospedaron ángeles. 
• Acordaos de los presos, como si estuvierais presos juntamente con  ellos; y de los maltratados, como que también vosotros mismos estáis en el cuerpo.
•  Oh Cristo, Tú en el derramamiento de tu majestuosa sangre para la redención del mundo, sufriste tantas penalidades, 
• que tocaste el más abominable trasfondo. 
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• Seguramente estamos seducidos por la asechanza del maligno,
• atribuyéndonos falsas victorias en  el Rey de reyes y Señor de señores. 
• Y no nos damos cuenta de que a nuestras exiguas fuerzas, le anteponemos un afán mezquino;
• si lo comparamos, oh Cristo Jesús, con los clavos que traspasaron tus pies y tus manos en tu ajusticiamiento en la cruz del Calvario, por la execrable vileza de todos los pecadores. 
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• La Biblia enseña, Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo: ¡Regocijaos!
• Vuestra gentileza sea conocida de todos los hombres. El Señor esta cerca.
• Qué vuestra virtud se fundamente en ser verdaderos siervos.
• Inequívoco ejemplo nos dio el Altísimo Señor Jesucristo, en su lacerante sacrificio, para dar cumplimiento a la Escritura profética. 
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• La Biblia asevera: He aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos; pero todos seremos transformados, en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados.
• Porque es necesario que esto corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad.
• Oh Fiel y Verdadero, tu muerte, sepultura y resurrección tuvo un único propósito, que todos en tu nombre fueramos bienaventurados,
• para que en la gloría eterna viéramos tu sagrada faz.
•                            Paz de Cristo