MATEO 5:36,37 EN CRISTO

• Ni por tu cabeza jurarás, porque no puedes hacer blanco o negro un solo cabello.
• Pero sea vuestro hablar: Sí, sí; no, no; porque lo que es más de esto, de mal procede. 
• Oh mi Cristo, Tú sabes del ser humano todo su pensamiento;
• y lo que en su espiritu, alma y cuerpo acontece.
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• La Biblia dice: Pero persiste tú en lo que has aprendido y te persuadiste, sabiendo de quién has aprendido; y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús. 
• Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargűir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra. 
• Oh Altísimo Señor Jesucristo, Tú del mundo eres la luz;
• haz que para ser salvos, por tu Santo Espíritu, nos sea revelada con los dos filo de su espada la inconmovible Palabra. 
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• La Biblia enseña: Por tanto, pondréis estas mis palabras en vuestro corazón y en vuestra alma, y las ataréis como señal en vuestra mano, y serán por frontales en vuestros ojos.
• Y las enseñaréis a vuestros hijos, hablando de ellas cuando te sientes en tu casa, cuando andes por el camino, cuando te acuestes, y cuando te levantes, y las escribirás en los postes de tu casa, y en tus puertas; para que sean vuestros días, y los días de vuestros hijos, tan numerosos sobre la tierra, que Jehová juró a vuestros padres que les había de dar, como los días de los cielos sobre la tierra. 
• La solemne enseñanza de la Palabra, nunca hemos de trufarla con artificios exógenos,
• que nos lleven a una deriva infructuosa. 
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• Jesús, dijo: ¿Por qué no entendéis mi lenguaje? Porque no podéis escuchar mi palabra. 
• Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer. Él ha sido homicida desde el principio, y no ha permanecido en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla de mentira, de suyo habla; porque es mentiroso, y padre de mentira. 
• Perseveramos hasta el fin, en la sagrada senda del que más nos ama;
• y seremos galardonados con la vida eterna por el Omnipotente Redentor, que desde el cielo con piedad nos mira. 
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• Y también: Al que oye mis palabras, y no las guarda, yo no le juzgo; porque no he venido a juzgar al mundo, sino a salvar al mundo.
• El que me rechaza, y no recibe mis palabras, tiene quien le juzgue; la palabra que le he hablado, ella le juzgará en el día postrero. 
• Redimamos los recovecos de nuestra alama, que aún permanecen en estado moribundo;
• y postrémonos a los pies del Todopoderoso Señor y Salvador Jesucristo, que es el Fiel y Verdadero.
•                           Paz de Cristo