- Yo se que mi Redentor vive, y al fin se levantará sobre el polvo; y después de deshecha esta mi piel, en mi carne he de ver a Dios.
- Al cual veré por mí mismo, y mis ojos lo verán, y no otro, aunque mi corazón desfallece dentro de mí.
- Oh Fiel y Verdadero, siempre desconocemos tu transcendental propósito, al cual estamos subyugados;
- y su perfecto motivo, nos será revelado el día del fin.
- La Biblia dice: Porque el Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad.
- Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la cara del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor.
- Porque nuestro voluntario sometimiento, se fundamenta en la verdad,
- que es consubstancial al vínculo perfecto del amor.
- La Biblia enseña: Pero tenemos este tesoro en vaso de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios, y no de nosotros, que estamos atribulados en todo, mas no angustiados; en apuros, mas no desesperados; perseguidos, mas no desamparados; derribados, pero no destruidos; llevando en el cuerpo siempre por todas partes la muerte de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestros cuerpos.
- Porque nosotros que vivimos, siempre estamos entregadas a muerte por causa de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestra carne mortal.
- Estamos concernidos en los espirituales desvelos,
- de que nuestra única patria es la celestial.
- La Biblia asevera: De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.
- Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo, y nos dio el ministerio de la reconciliación; que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándole en cuenta a los hombres sus pecados, y nos encargó a nosotros la palabra de la reconciliación.
- Del candor de la piedad han de ser vuestras vestiduras,
- para predicar el Evangelio de la gracia, a la sazón.
- Jesús, dijo: El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado.
- Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán en nuevas lenguas; tomarán en las manos serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les hará daño; sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán.
- Oh Altísimo Señor y Salvador Jesucristo, a tu amada Iglesia, con el don de la fe la has galardonado.
- Y en pos de ver tu rostro, oh gran Yo Soy, en tu nombre que es sobre todo nombre, tus verdaderos siervos se gloriarán.
- Paz de Cristo
domingo, 31 de enero de 2021
JOB 19:25-27 EN CRISTO
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