- ¿Qué es absolutamente necesario para ser salvo, oh Altísimo Señor Jesucristo?
- Creer en tu nombre, oh Cristo Redentor, es la condición sine cuanom.
- Has de predicar el Evangelio de la gracia, hasta lo último de la tierra con denodado espíritu;
- y derramar sobre las almas, el poder de la Cristocéntrica unción.
- Jesús, dijo: Más bienaventurado es dar que recibir.
- Porque todo lo que necesitáis, lo recibiréis consubstancialmente de su bendita gracia.
- Sí, en vuestro corazón ha de estar siempre presente, la meta del eterno vivir.
- Y es imperativamente de lo que no se puede prescindir, porque del cielo desciende indubitablemente el don perfecto y la buena dádiva.
- Da las gracias al Omnipotente Señor y Salvador Jesucristo,
- por el sobrenatural privilegio de haber esculpido tu nombre en su excelsa diestra.
- No finjas nunca más, y sigue sin tacha a la gloriosa verdad del Santo Espíritu,
- para que su sagrada provisión te lleve a la vida eterna.
- Porque los clavos que traspasaron las manos y los pies del Altísimo Señor Jesucristo, proclamaban su gloriosa compasión por toda la humanidad.
- Oh Padre eterno, en la cruz del Calvario no tuviste ninguna duda en derramar tu preciosa sangre por nuestros execrables pecados.
- Y ante nuestra vil incomprensión, no cejaste en tu piedad,
- para ser en tu nombre perdonados.
- En el último y gran día de la fiesta, Jesús se puso en pie y alzó la voz, diciendo: Si alguno tiene sed, venga a mí y beba.
- El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva.
- Y ésta, oh Señor, es tu condición expresa,
- para que el alma humana, more en la nueva Jerusalén de gloria.
- Paz de Cristo
sábado, 2 de enero de 2021
¡NADA ME IMPEDIRÁ SER SALVO EN CRISTO!
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