Mas el que me oyere, habitará confiadamente y vivirá tranquilo, sin temor del mal.
Inquirirás de día y de noche en la Sagrada Escritura.
Y es que la sabiduría te fue concedida por el poder celestial,
para convertirte en una nueva criatura.
Tu Palabra, oh Cristo, descendió como maná del cielo;
y todo el que tuvo cordura se sació.
Sí, habías de recogerlo con desvelo,
para que tu sustento se cumpliera en el preciso tiempo de Dios.
Tu sobrenatural alimento, oh Señor Jesucristo,
nunca se apartó de nuestro ser.
Pero has de vivir en el Espíritu,
que es la genuina forma de creer.
La Biblia dice: Pues a sus ángeles mandará acerca de ti, que te guarden en todos tus caminos. En las manos te llevarán, para que tu pie no tropiece en piedra.
Aguza tu oído, y no desdeñes ni una jota del Testamento Sagrado.
Y para siempre vivirá tu alma,
en el Edén del bienaventurado.
Y también anuncia: El principio de la sabiduría es el temor de Jehová.
Gran privilegio es perfeccionarse en su excelso pensamiento.
Actúa en cualquier circunstancia, poniendo por obra lo que a Él le satisfará;
y hazlo todo con reverencia y sin desaliento.
Paz de Cristo
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