Por ser tu cuerpo templo del Espíritu Santo,
has de asumir todas tus acciones en el nombre de Jesús.
Los bautizados en Cristo, de Cristo están revestidos; por tanto.
Y vivificados en su admirable luz.
Los que están en Cristo, nueva criatura son; las cosas viejas pasaron, todas son hechas nuevas.
Toda amistad con el mundo, pasa a ser enemistad con el Rey de reyes y Señor de señores.
¡Regocíjate en las cosas santas,
que son los inmarcesibles bienes!
La concupiscencia, es del enemigo la perniciosa asechanza;
pero en el gozo del Rey de la gloria,
está tu inexpugnable fortaleza,
que te guardará hasta la postrera victoria.
Tú estás en la verdad;
si vives en el Espíritu.
Porque donde está el Espíritu del Señor hay libertad,
que es la gloriosa presencia del Todopoderoso Jesucristo.
Nadie conoce al Fiel y Verdadero,
sino por el don de la fe.
Y es que, para darte vida eterna, murió en la cruz del Calvario el Santísimo Cordero.
Y te preparó morada en el cielo, al pronunciar momentos antes de su expiración: Consumado es.
Paz de Cristo
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