- Porque el reino de Dios no consiste en palabras, sino en poder.
- ¿Qué queréis? ¿Iré a vosotros con vara, o con amor y espíritu de mansedumbre?
- Por encima de toda veleidad, en Dios has de creer;
- sino los mimbres de santidad que te sustentan, se convertirán en abyecta podredumbre.
- La predicación obra en Cristo,
- cuando se cumplen todos sus preceptos.
- Una es la verdad del Santo Espíritu;
- y se advierte en los que lo contristan, que son abominables siervos.
- Oh Cristo Redentor, la consumación de tu obra en la cruz del Calvario,
- es consubstancial al nuevo pacto de la gracia, con el derramamiento de tu preciosa sangre por todos los pecadores.
- Y manifiesto fue, oh Señor, tu santuario,
- para redimir y justificar a tus viles detractores.
- La pureza del Todopoderoso Señor y Salvador Jesucristo,
- contrasta con la inmunda conducta de sus falsos discípulos.
- Y es que, el que en su nombre es perverso testigo,
- será juzgado irremisiblemente por sus postulados erráticos.
- Oh Soberano Señor,
- Tú viniste a deshacer las obras del diablo, y a reconciliarnos con el Padre.
- Oh gran Yo Soy, siempre hemos de vernos reflejados en tu majestuoso amor,
- qué es el que en tu santo Evangelio al mundo predicaste.
- Paz de Cristo
jueves, 29 de abril de 2021
1 CORINTIOS 4:20,21 EN CRISTO
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