- Oh Altísimo Jesucristo,
- tu majestuosa piedad en la cruz del Calvario, nos transformó en seres piadosos.
- Únicamente en la verdad del Santo Espíritu,
- verás los milagros más gloriosos.
- Oh Cristo Jesús,
- en tu nombre he de mirar los profundos abismos de lo íntimo.
- Y así me alumbrará, oh Señor, tu inaccesible luz;
- para no ser sabio en mi propia opinión, porque es inmundicia del maligno.
- Oh Cordero inmolado,
- la preciosa sangre de tu crucifixión,
- con su gracia limpió hasta mi más abyecto pecado,
- y te profesé sin desmayo, oh Rey de la gloria, inmensa adoración.
- Oh Fiel y Verdadero,
- al reconciliarnos con el Padre en tu abominable martirio, nadie te ofrendo consolación.
- Sin embargo, tu majestuoso perdón en la cruz, fue nuestro sobrenatural consuelo,
- para ser los hijos genuinos de la perfecta redención.
- Oh Alfa y Omega,
- la salvación es por el don de la fe, que descendió de lo alto.
- Oh Sumo Hacedor, Tú nos has regalado la absoluta excelencia,
- que galardonará con la morada de gloria al perpetuamente salvo.
- Paz de Cristo
domingo, 18 de abril de 2021
LA CONSOLACIÓN, PIEDAD QUE TE PERFECCIONA EN CRISTO
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario