ALGUIEN PUEDE PENSAR QUE HA USADO LA PIEDAD MÁS EXTREMA EN CRISTO

• Y escribe el ángel de la iglesia en Laodicea: He aquí el Amén, el testigo fiel y verdadero, el principio de la creación de Dios, dice esto: 
• Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente. ¡Ojalá fueses frío o caliente!
• Pero por cuanto eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca. 
• Porque tú dices: Yo soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad; y no sabes que tú eres un desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo.
• Por tanto, yo te aconsejo que de mí compres oro refinado en fuego, para que seas rico, y vestiduras blancas para vestirte, y que no se descubra la vergüenza de tu desnudez; y unge tus ojos con colirio, para que veas.
• Yo reprendo y castigo a todos los que amo; sé, pues, celoso, y arrepiéntete. 
• He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo. 
• Al que venciere, le daré que se siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en su trono. 
• El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias.
• Oh mi Cristo, 
• Tú, del ignoto firmamento eres la estrella que resplance eternamente. 
• Toda tu magnificencia al cielo evoca.
• Y para tu universal gracia, la inmensidad se transforma en algo exiguo.
• Encomiables son las humanas agudezas;
• pero cualquier paso que des en la tierra, te será para la salvación transcendente. 
• Y sería preciso, que te presentaras ante el tribunal de Cristo con un espíritu de mendigo; 
• para ser coronado en el sobrenatural paraiso,
• de las moradas gloriosas.
•                 Paz de Cristo