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miércoles, 13 de diciembre de 2023

PROVERBIOS 17:15,16 EN CRISTO

  • El que justifica al impío, y el que condena al justo, ambos son igualmente abominación a Jehová. 
  • ¿De qué sirve el precio en la mano del necio para comprar sabiduría, no teniendo entendimiento?
  • Oh mi Cristo, a ningún profano que desvirtúe la Sagrada Palabra tu excelsa diestra le bendecirá;
  • porque sus hechos son contrarios al Fundamento. 

  • En todo tiempo ama el amigo, y es como un hermano en tiempo de angustia.
  • El hombre falto de entendimiento presta fianzas, y sale por fiador en presencia de su amigo.
  • Oh Rey de la gloria,
  • nada podemos esperar del que no loa tu sobrenatural prodigio. 

  • El que ama la disputa, ama la transgresión; y el que abre demasiado la puerta busca su ruina. 
  • El perverso de corazón nunca hallará el bien, y el que revuelve con su lengua caerá en el mal.
  • Oh gran Dios, el que maldad siembra,
  • se aproxima a lo letal.

  • El que engendra al insensato, para su tristeza lo engendra; y el padre del necio no se alegrará.
  • El corazón alegre constituye buen remedio; mas el espíritu triste seca los huesos. 
  • Oh Santo de Israel, el siervo provo en tu majestuoso nombre se gloriará;
  • porque eso revierten sus gozosos pensamientos. 

  • El impío toma soborno del seno para pervertir las sendas de la justicia. 
  • En el rostro del entendido aparece la sabiduría; mas los ojos del necio vagan hasta el extremo de la tierra.
  • Oh Rey de reyes, nos sacaste del obscurantismo de la estulticia, 
  • para mostrarnos la senda sagrada de tu excelencia. 

  • El hijo necio es pesadumbre de su padre, y amargura a la que lo dio a luz.
  • Ciertamente no es bueno condenar al justo, ni herir a los nobles que hacen lo recto.
  • Oh Cristo Jesús, 
  • Tú eres el Eterno.

  • El que ahorra sus palabras tiene sabiduría; de espíritu prudente es el hombre entendido. 
  • Aun el necio, cuando calla, es contado por sabio; el que cierra sus labios es entendido.
  • Oh gran Yo Soy, a tus genuinos discípulos de gracia nos has bendecido; 
  • para en el día postrero, morar en la eternidad del inefable paraíso. 
  •                Paz de Cristo 

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