VENCED TODA ASECHANZA DEL MALIGNO, EN EL NOMBRE DEL TODOPODEROSO SEÑOR JESUCRISTO

• La Biblia dice: Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él os exalte cuando fuere tiempo;
• echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros. 
• Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar; al cual resistid firmes en la fe, sabiendo, que los mismos padecimientos se van cumpliendo en vuestros hermanos en todo el mundo. 
• Oh mi Cristo, 
• espiritualmente desnudos estamos tus siervos,
• para raer de nuestra vida lo pérfido y nauseabundo. 
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• La Biblia enseña: Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza. 
• Vestíos de toda armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo. 
• Porque no tenemos lucha contr sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.
• Oh Cristo Altísimo, has hecho inexpugnable nuestra fortaleza;
• y hemos tomado con pulso firme el timón del arado;
• para honrar y exaltar a tu gloria, ante las actitudes irreverentes.
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• La Biblia explicita: Y sabéis que él apareció para quitar nuestros pecados, y no hay pecado en  él. 
• Todo aquel que permanece en él no peca; todo aque que peca, no le ha visto, ni le ha conocido. 
• Hijitos, nadie os engañe; el que hace justicia es justo, como él es justo. 
• El que practica el pecado es del diablo; porque el diablo peca desde el principio. Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo. 
• Todo aquel que es nacido de Dios, no practica el pecado, porque la simiente de Dios permanece en él; y no puede pecar, porque es nacido de Dios.
• Oh Santo de Israel, 
• de gracia nos has bendecido. 
• Y nos hiciste pueblo tuyo,
• deshaciendo la pared que nos discriminada como gentiles en el inicio; y fuimos renuevos del original olivo de facto,
• para ser tus hijos consumados.
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• Oh Eterno, 
• Tú nos has llevado por la angosta senda,
• para morar contigo en el cielo,
• que es el culmen de tu santísima ofrenda. 
•               Paz de Cristo