- Como en el agua el rostro corresponde al rostro, así el corazón del hombre al del hombre.
- El Seol y el Abadón nunca se sacian; así los ojos del hombre nunca están satisfechos.
- Oh mi Cristo, en la invocación de tu santo nombre,
- los impíos se vuelven conversos.
- El crisol prueba la plata, y la hornaza el oro, y el hombre la boca del que lo alaba.
- Aunque majes al necio en un mortero entre granos de trigo majados con el pisón, no se apartará de él la necedad.
- Oh Cristo de la gloria, la irrefutable prueba,
- viene dada por la única y perfecta verdad.
- Sé diligente en conocer el estado de tus ovejas, y mira con cuidado por tus rebaños.
- Porque las riquezas no duran para siempre; ¿Y será la corona para perpetuas generaciones?
- Oh Rey de reyes, por tu precisa y preciosa justicia somos probados,
- para recibir tus celestiales bendiciones.
- Saldrá la grama, aparecerá la hierba, y se segarán las hierbas de los montes.
- Los corderos son para los vestidos, y los cabritos para el precio del campo;
- y la abundancia de leche de las cabras para tu mantenimiento, para mantenimiento se tu casa, y para sustento de tus criadas.
- Oh Señor de Señores,
- fuera de tu gracia nada es santo;
- porque el nuevo pacto lo hiciste con tu santísima sangre derramada para la salvación de las almas.
- Paz de Cristo
domingo, 31 de diciembre de 2023
PROVERBIOS 27:19,20 EN CRISTO
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