- Come, hijo mío, de la miel, porque es buena, y el panal es dulce a tu paladar.
- Así será a tu alma el conocimiento de la sabiduría; si la hallares tendrás recompensa, y al fin tu esperanza no será cortada.
- Oh mi Cristo, para el que cree en tu santo nombre, no existe mayor honra que poderte adorar.
- Y es que, este es el máximo gozo del alma santificada.
- Oh impío, no aceches la tienda del justo, no saquees su cámara;
- porque siete veces cae el justo, y vuelve a levantarse; mas los impíos caerán en el mal.
- Oh Eterno, el que en tu bendito regazo se refugiara,
- tendrá la protección celestial.
- Cuando cayere tu enemigo, no te regocijes, y cuando tropezare, no se alegre tu corazón;
- no sea que Jehová lo mire, y le desagrade, y aparte de sobre él su enojo.
- Oh Santo, es tu grandiosa compasión,
- la que es diametralmente opuesta a lo que advierte el veleidoso.
- No te entremetas con los malignos, ni tengas envidia de los impíos;
- porque para el malo no habrá buen fin, y la lámpara de los impíos será apagada.
- Oh Rey de reyes, en tu verdad no tienen cabida los subterfugios;
- porque los pergeñan la mente despiadada.
- Teme a Jehová, hijo mío, y al rey; no te entremetas con los veleidosos;
- porque su quebrantamiento vendrá de repente; y el quebrantamiento de ambos, ¿quién lo comprende?
- Oh Hijo del Hombre, todos tus pensamientos son gloriosos;
- pero se confabulan con la ignominia los que la humanidad tiene.
- Paz de Cristo
martes, 26 de diciembre de 2023
PROVERBIOS 24:13,14 EN CRISTO
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