Oh Rey de reyes, en el santuario eterno escogiste a tu Iglesia amada;
y toda alma, oh Señor, estará por tu amor perfeccionada en el arrebatamiento de salvación.
Nada más hay una y bienaventurada,
que recibió, oh Rey de la gloria, tu celestial unción.
El fiel de tu sagrada balanza, oh Cristo Jesús,
determinó el grado de santidad para ser salvo.
A los hijos de la luz,
les diferencia haber sido sellados por el óleo santo.
El amor es el vínculo perfecto.
Dios es amor, y con su glorioso poder dará perfección a tu alma.
Redimidos serán por la buena dádiva y el don perfecto que desciende de lo alto,
los siervos que el Señor Jesucristo ama.
Dice la Biblia: Qué si tuviese profecía, y entendiese todos los misterios y toda ciencia, y si tuviese toda la fe, de tal manera que trasladase los montes, y no tengo amor, de nada sirve.
La Palabra y el amor son eternos.
Para llegar a la estatura del varón perfecto, el poderoso amor de Cristo, es la medida sobrenatural infalible;
porque verás tu nombre escrito, en los inconmovibles cielos.
Jesús, dijo: El primer mandamiento de todos es: Oye, Israel; el Señor nuestro Dios, el Señor uno es. Y amarás al Señor tu Dios, con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y todas tus fuerzas. Este es el principal mandamiento.
El que no ama a su hermano, es que no ha conocido al Omnipotente Señor.
Y el Soberano del firmamento,
perfeccionará tus pasos; si en la angosta senda, son visibles las espirituales huellas de amor.
Paz de Cristo
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