Powered By Blogger

miércoles, 28 de agosto de 2019

SALMO 103:15,16 EN CRISTO

El hombre, como la hierba son sus días; florece como la flor del campo, que pasó el viento por ella, y pereció, y su lugar no la conocerá más.
¿Habrá algo imposible para ti, oh Cristo?
Aun si yo desdeñara tu grandiosa salvación, no lo permitas;
porque habría desechado, por mi extrema rebeldía, vivir en la sobrenatural belleza del Santo Espíritu.

Oh Señor Jesucristo, buscaré con ferviente deseo la sabiduría de tu Palabra,
para que su poder sea mi refugio de eternidad.
Nunca renunciaré al Omnipotente Redentor que más me ama;
aunque tuviera que morir, para hacer visible el legado de su perfecta verdad.

La incredulidad del ser humano en el Evangelio,
asolaría la esencia del que es la obra maestra del Sumo Hacedor.
Sabemos, oh Señor, que tu gloria la guardas con inusitado celo;
y solo traspasará su umbral, el que haya sido tu digno e inquebrantable servidor.

El haber pasado por tu prodigiosa creación,
oh Rey de reyes, resultaría en vano por nuestra obstinada necedad.
Haz volver en sí a nuestro corazón,
para que pueda latir con regocijo, oh Fiel y Verdadero, en tu indubitable santidad.

La inefable visión del sobrenatural paraíso, 
nada más es percibida a través, oh Rey de la gloria, de tu sagrada dimensión.
Y es magnificada en el Espíritu, 
para que el alma guste de la gloriosa salvación.
                           Paz de Cristo 









No hay comentarios:

Publicar un comentario