Y a los que predestinó, a éstos también llamó; y a los que llamó, a éstos también justificó; y a los que justificó, a éstos también glorificó.
Dice la Biblia: No que seamos competentes por nosotros mismos para pensar algo como de nosotros mismos, sino que nuestra competencia proviene de Dios.
Muchos fueron los llamados, y pocos los que el Rey de reyes escogió.
Los que creemos en la Palabra, oh Señor Jesús, en la invocación de tu nombre que es sobre todo nombre, estamos completos.
Tú, solo descubres lo que el Señor de señores ya había predestinado para tu vida,
y que se cumplirá de forma inexorable.
Para ti ha sido audible su sobrenatural llamada;
aunque no puedas manifestar su mensaje inefable.
Oh Señor Jesucristo, tu sacrificio en la cruz del Calvario,
hizo la justicia perfecta.
Tu preciosa sangre derramada selló el nuevo pacto,
y de gracia justificó nuestra inicua culpa.
Si anhelas ardientemente la corona incorruptible,
pon tus ojos en Cristo, el autor y consumador de la fe.
Para ti, oh Redentor, no hay nada imposible;
y tu galardon será para el que te adora en espiritu y en verdad, porque en tu nombre cree.
Oh Fiel y Verdadero, el paraiso se percibe en tu Palabra,
y en su obediencia está nuestra salvacion.
Tu majestuosa justicia, oh Rey de la gloria, dará vida al que te ama,
y será mi eterna morada su sublime bendición.
Paz de Cristo
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