EL AMOR, PERFECTA SANTIDAD EN CRISTO

Oh Cristo, no hubo fingimiento en tu sagrado sacrificio en la cruz del Calvario;
y revelada nos fue la verdad, manifestada por tu excelso amor.
Nos ceñiste la libertad, oh Cordero inmolado, en tu obediente martirio voluntario.
Y venciste al imperio de la muerte, con el nuevo pacto de tu preciosa sangre derramada, oh Todopoderoso Redentor.

Inescrutable es el misterio de tu santidad,
oh Cristo Jesús. 
Y el poder de la Palabra, en clave de eternidad,
nos llevó de las tinieblas a tu admirable luz.

La Biblia, dice: Dios es amor.
Y es que nadie puede llamar a Jesús, Señor, sino es por el Espíritu.
Oh Fiel y Verdadero, Tú eres nuestro Altísimo Salvador,
para exaltación del universal templo Cristocéntrico.

Oh Señor Jesucristo, Tú nos hiciste atalayas para la gran misión de predicar las buenas nuevas de salvación eterna.
No existe mayor privilegio, que ser testigos del Evangelio en tu nombre. 
Y salvar almas para tu gloria,
nos eleva con sagradas alas al monte de Sion, tu santo monte.

Saber que los cielos de los cielos no te pueden contener, oh Omnipotente Salvador,
nos sustenta en este lugar sobrenatural y prodigiosamente ignoto para nuestro precario entendimiento.
E indubitablemente la perfecta santidad fluye de tu sagrado amor,
que da luz al inmarcesible y eterno firmamento.
                        Paz de Cristo